Dije adiós pero mi corazón no me lo permitió.

-Ya lo has decidido, ¿ verdad?

No se atreve a mirarle a la cara. Le duele ver esa expresión en su rostro, ver tanta pena acumulada le duele en el alma. Y lo más doloroso es que precisamente ella sea quien le esté haciendo daño, ella, que es la única persona que ha sido capaz desde siempre de hacerle olvidar todo, de reconfortarle sin necesidad de tener que hacer nada. La única persona que ha sabido hacerle feliz.

Asiente cabizbaja para no venirse abajo. Se va. Lo tiene decidido. La decisión más díficil que ha tomado en su vida. Sabe que se está equivocando, sabe que, con toda probabilidad, esa decisión le pesará para el resto de su vida, pero tiene que hacerlo. Se lo debe a ellos, y tiene que sacrificarse.Atrapa su maleta con fuerza y se encamina hacia la puerta. Piensa que ha sido un error dejar su pijama debajo de la almohada para que Lucas se acuerde de ella cuando lo vea. Ha sido un error cruel. Pero tiene miedo que él la olvide, que dentro de un tiempo no recuerde aquellos meses en la buardilla donde han sido tan felices. Le vuelve a mirar y siente que el corazón se para, que la respiración se hace cada vez más díficil, siente una pena tan grande y tan fuerte que la duele. No quiere verle así, no puede.

-Lucas... Adiós

Ahora él tampoco la mira, no quiere verla marchar. No quiere ver como el amor de su vida se le escapa sin que pueda hacer nada por retenerla. Desea con todas sus fuerzas que se quede, como jamás ha deseado nada en su puta vida. Pero se va. No quiere hacerlo, pero finalmente gira la cabeza para ver como ella se aleja de su vida, para siempre.Y cuando la puerta se cierra detrás de ella, un grito de dolor le ahoga la garganta y sus ojos comienzan a inundarse de lágrimas.
Está solo y decide llorar como hace tiempo que no hace, como jamás ha hecho. Irónicamente sonríe de pronto al pensar que el destino es demasiado cruel; la primera vez que se compromete con alguien sin miedo, es la otra persona la que no puede. Vaya puta mierda de vida.
Se tumba en la cama mientras maldice, llora y golpea la almohada con furia. Al hacerlo, ve el pijama de Sara que queda al descubierto. Se imagina a su niña cuando lo lleva puesto, esos shorts tan shorts y esa camiseta tan corta, que le queda tan ceñida, que deja al aire ese ombligo con ese piercing..... "Lucas coño, no pienses más en ella. Tienes que aprender a vivir sin Sara" Pero siente la necesidad de acercarlo hasta su cara para aspirar su aroma, y así se queda dormido.

Cuando entra le ve dormido abrazado a su pijama y sabe que ha hecho lo correcto. No tiene ninguna duda. Él es lo más importante para ella y no piensa perderle pase lo que pase. Se acerca a él despacio, con miedo a que él la rechace y le acaricia el pecho, el cuello, la cara...

- Sara... Sara, ¿qué haces aquí?
- Lucas he vuelto
- ¿Cuánto tiempo he dormido? ¿Cuánto hace que tú....?
- Llevo dos horas dando vueltas por la calle Lucas pensando en que ibas a decirme si volvía
- Sara, ¿Qué quieres?
- Te quiero a ti
- Ya, pero te has ido
- Pero estoy aquí de nuevo Lucas. He ido a San Antonio y cuando he bajado del taxi y he llegado hasta la corrala, me he dado cuenta de que sin ti San Antonio no es mi casa. El patio no será patio si no te voy a encontrar por casualidad cuando vaya a tirar la basura. La corrala no será la corrala si no vemos llover apoyados en la barandilla y mi casa no será mi casa si no vuelves a aparacer para desayunar allí, para meterte en mi cuarto, para sentarte en el sofá. Lucas, no puedo volver como si no hubiera pasado nada. No puedo volver sin ti.
- Sara, ¿y tus padres? Sabes que si te quedas ellos seguirán como están ahora
- No Lucas, eso no va a ser así. Porque tú y yo vamos a hacer que eso cambie. Lucas mis padres nos adoran y harán lo que nosotros les pidamos. Vamos a plantarnos delante de ellos y vamos a demostrarles que nos queremos y que nada ni nadie nos va a separar. No vamos a ceder a ningun chantaje.
- Sara, tu padre nunca.....
- Ssssssh, no digas nunca, Lucas. Para nosotros no existen los nuncas. Tú y yo vamos a hacer lo que nos propongamos y lo vamos a hacer juntos... si todavía quieres
- Como no voy a querer mi niña. No vuelvas a hacerme esto. No vuelvas a hacer que tenga que imaginar mi vida sin ti, porque me muero Sara. Sin ti me muero mi niña. Te quiero tanto...
- Lucas, lo siento
- Ssssschhhhh, calla. No quiero oír nada más. Solo quiero saber que vas a estar toda la vida a mi lado y que nos vamos a querer siempre...
- Siempre es mucho tiempo...- dice sonriendo feliz. Bromea. Porque sabe que siempre va a estar con él. Con todo lo que han tenido que luchar para llegar hasta aquí, no van a dejar que nada lo rompa.
- Tonta, ¿¿y que ibas a hacer tú sin mí??
- Tantas cosas.... podría besar otros labios -dice mientras le besa sus labios suavemente, provocando, solo con ese gesto, que un escalofrio de placer recorra el cuerpo de Lucas.- Podría recorrer otro cuello - baja su labios por su cuello y le besa. Sabe que le gusta que le besen ahí y lo hace a conciencia. Le chupa, le recorre, le besa el lóbulo de las orejas, y se permite la licencia de hacerle un pequeño chupeton. Los besos pequeñitos y traviesos se van conviertiendo en besos lleno de deseo y ahora ella solo desea provocarle y volverle loco por ella, loco de placer.-Podría.... podría quitarte otras camisetas como esta -le quita la camiseta sin perder más tiempo. Lo hace con un gesto rápido, con fuerza. Empieza a sentir un deseo irrefrenable- y recorrer este pecho, deteniendome en otros pezones que no fueran los tuyos e incluso podria seguir bajando e ir chupando cada rincón de tu cuerpo...
- Sara...
- Y podría bajar otros pantalones que no fueran estos, y quitar estos boxer que tanto me molestan ahora y dejar que otro cuerpo me hablé como ahora lo está haciendo el tuyo...
- Pufffffff, Sara....
- Pero, ¿Sabes que? Ningún otro hombre puedo darme todo el placer que me das tú, y ningun otro cuerpo podría acoplarse tan bien al mio como lo hace el tuyo.Y se calla porque solo quiere oír el latido del corazón de Lucas que tirita tan rápido como los jadeos que salen de su garganta que no puede controlar.

Y Sara se dedica a demostrarle que le ama, que le desea. Quiere demostrarle que hace tiempo que dejó de ser una niña. Acaricia su miembro suavente, de arriba a abajo provocando un placer indescriptible en Lucas, que esta a punto de perder el control, por lo que toma a pulso a Sara y la tumba en la cama. Necesita hacerla el amor, necesita tenerla tan cerca de su cuerpo como siempre lo ha estado de su corazón.