L: Buenos días –dicen los dos al unísono cuando pasan por la corrala delante de los dos agentes que hacen guardia allí.
S: ¿Todo despejado? ¿Alguna novedad? –se asegura Lucas antes de darles la tarde libre, tras escuchar las ultimas novedades, a los dos vigilantes y cerrar la puerta de su casa tras él.
Al entrar oye a Sara trastear en su habitación, y se acerca hasta allí para ver como ordena su ropa.
- ¿Sara, te quedas a dormir hoy?
- Si, hoy mi padre le ha preparado cenita especial a mi madre, con velas y todo.
- Ummmmm, podría tener esos detalles más a menudo. Me encanta dormir contigo -la abraza y le huele el pelo mientras le acaricia la cabeza y la nuca, y dándole la vuelta para ver su cara, le da un tierno beso en los labios.
- Si me das otro beso como ese no sé si vamos a ir al cine al final
- ¿Y quién quiere al cine con lo agustito que se está en casa?
- Lucas, llevo toda la semana esperando que libres para poder ir al cine sin tener a Kike y a Curtis detrás ¿Y no me vas a dar el gusto?
- Claro que si mi niña. Si tu quieres ir al cine pues vamos al cine…. Por cierto, mañana le toca a Aitor y a povedilla.
- Jo, Lucas, ¿de verdad es necesario esto? No me gusta estar todo el día vigilada, no me gusta tener a nadie como si fuera alguien famoso, no me gusta que me estén esperando en la puerta de casa.
- Lo sé Sara, lo sé. Lo siento mucho. A mí tampoco me gusta esta situación, pero entiéndeme. Dentro de tres días es tu diecinueve cumpleaños y no puedo arriesgarme a que pase lo de los anteriores. Te juro que cuando pase ese día ya te dejaráremos tranquila.
- Ya –se encoge de hombros resignada- vale. Tres días solo. Pero para la próxima vez le dices a Povedilla que cuando me acompañe a la universidad no se ponga a corregir a la profesora, que casi me muero de la vergüenza.
Lucas se ríe con ganas imaginando la situación. Este Povedilla….
A el tampoco le hace ninguna gracia tener a Sara todo el día bajo vigilancia, pero no quiere tener ninguna sorpresa desagradable. Sabe que ella lo está pasando mal con todo esto y ese hecho le produce un gran pesar, pero cree, que llegado el día de su cumpleaños se le olvidará todo esto y pasado algún tiempo hasta se reirán de ello
Pensando en todo lo que tiene preparado y en todo lo que aún le queda aun por preparar para el cumpleaños, se empieza a quitar la ropa que lleva puesta para cambiarse e ir al cine. No le apetece mucho pero todo sea por contentar a Sara. Pero a ella también se le están quitando las ganas por momentos; es incapaz de contenerse al tener a su novio allí, tan cerca, sin camiseta, y con sigilo se acerca a él para acariciar su torso desnudo y besarlo con premeditación y alevosía.
- Sara, cariño, te advierto que como sigas así, hoy tampoco vamos a ir al cine.
- ¿Al cine? ¿Y quién quiere al cine? Tendremos que aprovechar las pocas veces que nos dejan estar juntos… a solas, no?
Deseosos de estar juntos, se tumban en la cama y se olvidan hasta de que día es. A Sara ya no le importa que la tengan vigilada todo el día, no poder salir sola, ni que todo el mundo tema por ella y su cumpleaños. A Sara, lo único que le importa en este momento, es que por fin puede estar con Lucas, sin tener que esconderse.
Exhaustos se tapan con las sábanas y se abrazan cariñosamente. Otro día se han quedado sin cine, pero, el nuevo plan les ha gustado más. Sara se recuesta sobre el pecho de Lucas y cierra los ojos mientras acaricia su pecho cariñosamente y a su vez se deja acariciar por él. No cambiaría un momento así por nada del mundo. Es tan feliz que pronto el sueño la vence, tras hacer el amor nuevamente, y se queda dormida oyendo los rítmicos latidos del corazón de Lucas.
Él no consigue dormir y se entretiene mirándola, observándola amorosamente. Se maravilla de lo hermosa que es. Así dormida, tan tranquila, parece aún más joven, y eso que ya va a cumplir diecinueve años. Al recordar el cumpleaños, se agobia pensando en todo lo que le queda aún por hacer y con cuidado, despacio, acopla a Sara al otro lado de la cama para poder levantarse.
Se dirige hacia el salón y busca su teléfono móvil. Marca los números y no cuelga hasta comprobar que todo está listo para el gran día.
Los tres días restantes pasan y por fin llega el día de su cumpleaños. Se levanta todavía medio adormilada y corre hasta el salón esperando encontrarse con Lucas, pero no hay nadie en casa de los Miranda. No puede creer que no haya nadie para recibirla y felicitarla en el día de su cumpleaños. Furiosa vuelve hasta su habitación y allí, encima de la mesilla de noche, se encuentra una nota y una rosa encima de ella, que al levantarse con prisas no había visto.
“Feliz cumpleaños princesa.
Pasa feliz día.
Lucas”
Con cuidado toma la rosa y la huele mientras ríe complacida y feliz. Se viste rápido y sin poder evitarlo, recuerda los dos cumpleaños anteriores a este, pero en seguida aleja esos recuerdos de su cabeza, sin ninguna duda este va ser el mejor cumpleaños de su vida, porque este esta Con Lucas.
Al tocar la puerta del piso de al lado con una gran sonrisa en la cara se lleva un chasco tremendo. En casa de su chico únicamente la reciben dos policías y no hay rastro de el por ningún sitio. Su cumpleaños y no la ha esperado… se ha ido.
Decepcionada va a buscar la mochila para ir a clase, que se dejó allí el día anterior, y encima de ella se encuentra otra nota:
“Siento no poder estar contigo esta mañana tan especial. Pero prometo compensártelo. Te quiero mi niña”
Durante el día sigue encontrándose notas a cada paso que da. Notas que le advierten que probablemente va a pasar el mejor cumpleaños de su vida, si tiene un poco de paciencia para esperar la sorpresa.
Al llegar de nuevo a casa, Aitor y Povedilla la informan de que tiene que acompañarlos a un sitio por… “orden expresa del Subinspector Fernández” Y como no… lo acompaña sin dudarlo.
Intrigada mira por la ventanilla, del coche, como se van alejando de San Antonio, de Madrid, y se van adentrando en la sierra. Las grandes autopistas dejan paso a las pequeñas carreteras de curvas imposibles y siente como la temperatura va bajando y como comienza a llover. Aunque hace mucho frío y la lluvia parece que no va a cesar nunca, ella está feliz de dejarse arrastrar por la sorpresa que Lucas le tiene preparada.
Aitor aparca al lado de una casita baja de estilo rustico de madera, y haciendo un gesto invita a Sara a bajar del coche, mientras le indica que ya ha llegado a su destino, con lo cual, ya con la orden cumplida se sube nuevamente al coche y se aleja de allí dejándola, sola e intrigada, ante el peligro.
No se atreve a tocar la puerta por lo que llama a Lucas a gritos. No se oye nada… solo la sierra le devuelve el eco de su voz que se pierde entre las montañas, pero ni rastro de él. Despacio y con cuidado abre la puerta, desde ese lugar solo acierta a ver todo a oscuras y un pasillo lleno de velas, formando un camino, hacia no sabe muy bien donde. Curiosa, se deja envolver por la mágica atmósfera y se deja guiar por el camino de luz que va a parar a una hermosa habitación, con una cama enorme, con dosel, y con Lucas, vestido de traje, esperándola para invitarla a cenar. Ha dispuesto todo para que Sara pase el mejor cumpleaños de su vida, y eso incluye una romántica cena como la que ella le preparó en los Cachis, hace ya tanto tiempo.
Conversan felices de todo y de nada. Beben, bailan, se dejan llevar por la música que suena de fondo y por todo lo que sienten en ese momento y sin poder evitarlo, sin querer hacerlo, se unen con desespero y con urgencia. Jamás se cansarán de tocarse, besarse, lamerse, y esta noche, lejos de todo y de todos, tienen más razones que nunca para hacerlo.
Exhausta se queda dormida arropada por las suaves caricias que Lucas le da, mientras él la mira como duerme, pensando que su plan no ha salido como esperaba. Él quería darle el regalo durante la cena, pero lo estaban pasando también que tuvo miedo de estropearlo con su rechazo. Intenta pensar que puede hacer ahora para dárselo de manera especial, de una forma que ella nunca olvide, pero a él, eso de ser romántico jamás le salió bien.
Media dormida aún le busca entre las sábanas pero, desilusionada, comprueba que está otra vez sola. Aspira su olor que sigue en la cama y piensa que le hubiera gustado despertarse con él, a su lado como la noche del hotel Buenavista, la noche de su decimoséptimo cumpleaños pero, Lucas no esta y no sabe donde ha podido meterse.
Desnuda y titiritando de frió llega hasta el baño y al mirarse en el espejo no puede creer lo que ven sus ojos:
Incrédula mira el mensaje que Lucas ha dejado escrito con mi propio lápiz de labios en el espejo y la emoción la invade de tal manera, que las lágrimas se apoderan de ella haciendo que incluso deje de sentir frió y que una calida caricia la reconforte
Asustado al oírla sollozar, abre la puerta y la contempla. Se miran, miran el espejo y Sara asiente feliz mientras le abraza con fuerza. Él la acurruca en su cuerpo y sonríe contento, al haber descubierto, por fin, que significa ser feliz junto a ella.
Sin salir del baño la sienta sobre sus rodillas y le coloca un albornoz sobre los hombros, a la vez que saca de su bolsillo una pequeña caja de terciopelo y se pone a Sara en la palma de la mano.
S -¿Unas llaves? ¿Me regalas unas llaves? –no puede creerlo, ¿eso significa que….?
L –No son unas llaves. Son las llaves, las de mi casa. Las de tu casa si tú quieres.
S -¿Qué? Me estás pidiendo…. Tú quieres que yo… vamos, que si quieres…. Lucas, ¿Qué me quieres decir?
L- -Quiero preguntarte si quieres vivir conmigo. Sé que eres joven y quizás te parezca precipitado. Lo entiendo. Y si quieres podemos dejarlo para más adelante.
S -¿Más adelante?
L- Decepcionado intenta hacerle creer que estaba preparado para que ella le dijera que no- Si, más adelante. El año que vine, dentro de dos, cuando acabes la carrera, no sé, cuando quieras.
S – Ya
L -¿Ya qué?
S –Que lo quiero ya. Que quiero vivir contigo ya. Que quiero volver a tener lo que teníamos en la buhardilla. Quiero despertarme contigo, acostarme contigo, verte cuando llego de clase, estar contigo siempre. Lucas… este es el mejor regalo que me podías haber hecho.
Se abrazan emocionados y ambos sienten como las lágrimas abrasan su cara. Ya no les da miedo nada, están juntos, y solo importa eso ahora. Durante un rato siguen así abrazados, hasta que Lucas se separa.
L –Sara, ¿me ayudarás a decírselo a tus padres, verdad?
S -Lucas, cariño, ¿todavía estás así? Que más te da lo que pueda decir mi padre, hace tiempo que lo aceptó. Además, aunque no fuera así, ya no nos puede hacer nada.
L- Si, eso lo dices tú que eres la niñita de sus ojos y no el cabronazo que quiere quitarle lo que es suyo, Sara. Además, se te olvida que todavía sigue siendo mi jefe.
Vuelven a reír al pensarlo porque les da igual que Paco pueda decirles algo. Probablemente no le haga ninguna gracia que se vayan a vivir juntos tan pronto, pero, la decisión es solo suya y ellos, no quieren volver a separarse jamás.
Lucas le conduce hasta el salón y allí Sara, embargada por el olor a pan recién tostado, le da las gracias, porque sin duda, este ha sido y será el mejor cumpleaños de toda su vida.

8 comentarios:
Preciosísimo!! Ojalá viésemos algo así en la serie!
Felicidades!
oy que cosa mas bonita!!!!!
es preciosisimo el relato, niñas!!!! pa cuando otro?? ajajajaja...ya se que soy muy exigente, muy pelma y muy pesada pero es que me encanta!!!! aaajajaja
rayma...no al azulito, no al azulito...!!
Ola wapaa !! simplemente precioso a ver si se pasan por aqui los guionistas i te copian la idea jeje y asi lo podemos ver en persona jaja . Muchas gracias por el tiempo que le dedicas a inventart estas historias .un beso
susi
Chicas como siempre genial!! Ya no pido ver algo así en la serie, me he resignado y acepto que eso es imposible... Ahora me conformo con que contrate a UN solo guionista con la MITAD de vuestro talento
Cri_s, pidiendo imposibles
Si es que no es tan dificil que esta niña tenga un cumpleaños normal, ¡¡¡se puede hacer!!!!, ya me gustaría ver a mi esto o algo parecido. Blue.
Y a mi blue... me encataria poder vivir algo asi....
Laurys mil gracias, ha sido un regalo muy, muy especial para mi.
Besos princesa, Park.
Muy bonito, chicas!!!!
Ay, pero que ganitas de un cumpleaños lleno de amor y sin dramatismos.
Éste ha sido el cumple perfecto de Sara, pero si algún día os apetece hacer el de Lucas, seguro que está también genial.
Un beso
Adriana
Dios mio !qué bonito! Como se me ha acelerado el corazón...mo tengo palabras, solo se me saltan las lágrimas de felicidad...gracias por escribir cosas tan bellas..un beso, Yoly
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