Feliz Cumple Rayma

Como Rayma lleva mucho tiempo en huelga pidiendo la desaparición inmediata de Elena, Laurys, que es muy comprensiva le ha hecho este pedazo de regalo para su cumple, que no hay nada como hacer las cosas por una misma.

Felicidades Rayma... te lo mereces.

Donde este yo....

- Por fin niña, menos mal que has llegado ya. llevo esperando horas...

- Lo siento, el tren se retrasó -dice con cierto aire de molestia ante mi recibimiento. La primera vez que nos vemos en persona, ¿¿y le tengo que regañar por la hora de llegada, y más cuando no es culpa suya?? Yo misma me doy cuenta de mi falta de delicadeza y en seguida intento enmendar mi error, no vaya a ser que se de la vuelta y vuelva a tomar el tren hacia su ciudad, dejándome plantada con todo el fin de semana por delante.

- Eh, lo siento, qué bruta soy leches. Me alegro mucho de verte y de que nos conozcamos por fin. -Nos damos dos besos y nos miramos recelosas, que una cosa es hablar a través de una pantalla y la otra, bien distinta, es tenerse delante y no saber si será lo mismo - Vamos a olvidar el retraso y mi falta de tacto. Vámonos a quemar Madrid Rayma, que para eso estamos aquí.


Fui yo la encargada de alquilar la habitación donde nos ibamos a alojar esa noche. No tenía ni idea los hoteles que podrían estar bien en Madrid, pero caí en seguida, que no podría ser en otro hotel. Habitaciones 812 y 814 del Hotel Buenavista, como no, en pleno centro de Madrid.

La meto prisa mientras se instala, porque, por la tardanza del tren, se nos ha hecho tarde, y quiero que salgamos en seguida a disfrutar de la noche.

Ropa mona, maquillaje, taconazos y pronto, estamos listas para salir a comernos el mundo.

Primera parada como no, el "sol y sombra", en el barrio de San Antonio. El local, está lleno hasta la bandera y como podemos, hacemos sitio para llegar hasta la barra y tomar unas copas. El ambiente se va caldeando, nos sentimos a gusto, y pronto nos ponemos a bailar, a reír, y a fichar al personal y cuando escucho esa canción que tanto me gusta, mi cuerpo comienza a bailar solo y me olvido del bar, de la gente de alrededor, y hasta de Rayma, para concentrarme en la música y todo lo que me transmite.

Al volver a la vida de nuevo, busco a Rayma, y allí, al lado mio y sin moverse la veo, con cara de mala leche y los brazos en jarras. Creo que he vuelto a estropearlo, que otra vez he conseguido molestarla, y me siento mal. Con temor le pregunto que le pasa, esperando que me diga que la haga un poquito más de caso o algo peor...


- Rayma, ¿sucede algo?

- ¿¿Qué si sucede??? ¿¿Tú a mí me estás preguntando si sucede algo?? Me cago en.... joder!!

- Pero...

- Que si sucede me pregunta. Que si sucede algo!!! Algo!!!??? Todo, sucede todo. Mira quien está ahí. Esa ........

- ¿Cómo? - un poco más aliviada miro a la dirección que me indica, y la veo, y sé, inmediatamente, que si se hubiera formado un huracán en el mismo bar y en ese mismo momento, no tendríamos tantos problemas que ahora, al verla a ella allí.

- Tranquilizate Rayma. Mira, si quieres nos vamos, hay miles de sitios por ahí. No vamos a dejar que nos arruine la noche ella precisamente, no??

- ¿Irnos? Ja, ja, ja. No. Ni de coña. En la puta vida Laurys. Esta me va a oír -toma su bolso de la barra y furiosa se va en su busca, y yo, asustada y molesta a partes iguales, la intento retener, sin demasiado exito.

- Rayma, por favor. Vamos a calmarnos. Te vas a acercar allí y la vas a decir ¿qué? Si no la conocemos de nada, vamos a dejarnos de lios y a seguir bailando venga.

- Que no. Tú quedate si quieres, pero yo no me voy sin decirle cuatro cositas.


Nada que hacer. Está decidida. Hace ya algunos meses que conozco a Rayma y sé, que cuando algo se le mete en la cabeza malo. También sé que no es de las que se callan, que cuando algo la quema por dentro tiene que soltarlo. Precisamente fue algo que siempre me gustó de ella, y al darme cuenta de ello, sé que no puedo cabrearme con ella por algo que siempre la he admirado. No, ella es así y si no lo hiciera.... no sería ella. Aunque.... vaya nochecita me espera!!!!



- Eh, tú ¿Se puede saber que haces aquí?

- Perdona, ¿hablas conmigo?

- ¿Eres sorda, Elenita?

- Oye, de que narices me estás hablando tia. Déjame en paz si no quieres tener problemas.

- ¿Problemas? Problemas vas a tener tú si no te alejas de él y dejas de meterte en lo que no te llaman.

- ¿Cómo? ¿Alejarme de quién? No sé de que hablas. No sé quien eres. Y no sé quien te crees para venir a molestarme en mi tiempo de descanso.

- Quien soy yo no importa. Lo que importa es quien eres tú. Y eres una entrometida. Lucas Fernández jamás será tuyo, ¿te enteras bonita? Mejor te alejas de él, antes de que te hagas pupita -Nunca había visto a Rayma así. Jamás. Sabía que tenía valor, pero en persona es todavía más....... impulsiva. Le está soltando a Elena todo, todo!!! Y yo, que miro la escena, no sé que hacer para separarlas antes de que se maten.

- ¿Dejar a Lucas? Ja. Ni lo sueñes. Lucas, antes o después, se dará cuenta de que, a quien quiere es a mí.

- ¿Apostamos algo?


Sin poder hacer nada por evitarlo, las veo abandonar el local con cara de pocos amigos ¿Realmente se van a pelear fuera del bar? No lo puedo creer, esto no me puede estar pasando a mí. Menos mal que Elena es polícia, y aunque está algo zumbada, espero pueda controlar la situación..... y a Rayma.

Intento convencerlas, a las dos, de que es una tontería llegar tan lejos. Que Lucas, mal que las pese, jamás será de ninguna de las dos, que él quiere a otra mujer y que por mucho que revoloteen a su alrededor, él jamás querrá comer paella con ellas los domingos.

Creo que las he convendido, cuando ambas, casi a la vez, se sientan en la cera y con cara de derrotadas me dicen que tengo razón. Que Lucas Fernández, es inalcanzable.


- Pensé que si me veía como una amiga -dice Elena por fin. Parece echa polvo, como si toda la verdad le hubiera dado un bofetón cruel en la cara y no pudiera soportarlo.

- Buag, tú al menos intentaste hacerte amiga suya. Lo mio fue peor, yo le mandé hasta cartas anónimas -No puedo creerlo, Rayma jamás me contó eso.

- Si, pero yo me inventaba que estaba deprimida, para que él me consolara.

- Y yo.... me sentaba en un banco de la calle para verle llegar después del trabajo..... y por la mañana.....

- Joder, eso es peor

- Ya claro, como tú lo tienes todo el día en la comisaría...

- Te aseguro Rayma, que casi me das envidia. Viendole a todas horas, es muy díficil olvidarse que existe.


Miro la escena alucinada ¿Se están contando confidencias? ¿De verdad? Rayma, que tantas veces criticó a Elena, que cada vez que oía su nombre se la llevaban los demonios ahora es su amiguita? Venga, coño, ¿cómo me haces esto?


- Chicas, si quereis, podemos irnos a tomar algo las tres. Para celebrar que adoramos a San Lucas y para celebrar el cumpleaños de Rayma, ¿o quizás preferis mejor quedaros ahí toda la noche lamentadoos?


Se miran y se sonríen. No serán amigas nunca, pero esta noche, se llegarán a entender. Mientras deciden si se levantan o no, oigo, a mi espalda, una voz que conozco bien y vuelvo a lamentar que de tranquilidad nada, y de celebrar el cumpleaños, menos.


- Hola chicas, os estaba buscando ¿Qué haceis ahí tiradas en el suelo? ¿Laurys, las pasa algo? -dice Lucas. Las tres le miramos y nos derretimos por dentro. Esta noche está especialmente irresistible, con su toque desaliñado y ese aire de macarra. Me fijo en Rayma y en Elena y sé que sienten lo mismo que yo, ese hombre no es de este planeta, está por encima, es....... es tan maravilloso que cualquier diría que no es real, que simplemente es un personaje de ficción. Pero no, es real, y esta noche está a mi lado mirándome a los ojos.


- Rayma, felicidades cariño. Por fin te has decidido a venir a San Antonio, llevo mucho tiempo invitándote. Y para una vez que vienes, ¿no me llamas?

- Ya, perdona, pensaba hacerlo pero....

- Pero nada, ahora mismo nos vamos a celebrarlo tú y yo. Chicas, si no os importa, os la robo esta noche. Mañana, si todavía quiere y puede, volverá con vosotras, si es que no la secuestro para siempre -dice mientras la mira con cara de travieso. La agarra de la mano, ¡¡¡de la mano!!! y juntos, se marchan, después de que Rayma, con cara de falsa vergüenza diga que lo siente, pero que Lucas..... es Lucas.

Me quedo allí, con cara de pasmada, y al mirar a Elena, me deprimo aún más, porque sé que las dos daríamos un brazo por estar en la piel de Rayma esta noche. Pero solo ella se ha ido con Lucas, y solo ella, va a saber, que se siente al despertar a su lado.

"Que lo disfrute,-pienso no sin cierta envidia- porque no podría haber tenido mejor regalo de cumpleaños. Eso si, la última vez que la invito a Madrid, la próxima vez, con Lucas me quedo yo"