Pero hoy mi cama se hará esperar un rato más. Hoy es miércoles. Y como todos los miércoles, la bandeja de la cena y yo tenemos una cita frente a mi pequeña pantalla.
Miércoles tras miércoles la misma rutina: hacer todo corriendo para llegar puntual a mi cita con ellos. Pero desde hace tiempo, ya no sueño tanto durante toda la semana con ese momento; sigo esperando que llegue el miércoles, pero no con el mismo ánimo, con la misma ilusión. Ya no sigo esperando que me sigan sorprendiendo, ni ver algo distinto. Mi serie, mis hombres, hace tiempo que cambiaron sin avisarme antes de hacerlo para poder acostumbrarme. Y ya, los veo con otros ojos.
La quinta temporada lleva cuatro capítulos. Cuatro capítulos que me sirven para confirmar que estos no son mis Pacos, y que nunca van a volver y lejos de aceptar el cambio o de, simplemente, cambiar el canal, sigo aferrada a mi serie, a la de antes, con la esperanza, débil esperanza ya, de que algún día pueda ver aunque sea, reflejos, sombras de lo que un día fueron.
A las diez de la noche mi cuerpo ya me pide desconectar, pero hoy volveré a hacer el esfuerzo por ellos. Me tapo hasta las cejas con las mantas, y mientras me acomodo oigo la vieja sintonía que tantas alegrías me ha traido. Solo oirla me produce un cosquilleo dentro y unas ganas de saltar irrefrenables, porque significa, una semana más, que volverán a acompañarme antes de dormir.
Pero mientras más veo el capitulo, más deseo marcharme a la cama. El capítulo se hace largo y tedioso. Una trama reliada, y unos personajes tristes, poco definidos, perdidos.
Intento meterme una y otra vez en la historía, pero hoy especialmente me resulta casi imposible.
La desgana total se apodera de mí, cuando los veo a ellos en la pantalla. Con otro personaje siento pena y añoranza pero, verlos a ellos me produce una inmensa congoja ¿Cómo han podido cambiar tanto?
Lucas y Sara se encuentran en el pasillo, y, sin apenas mirarse, hablan sobre cosas poco importantes, callando de nuevo tantas cosas que deberían decirse. Ambos se miran, y en los ojos del otro pueden ver el amor que sienten, pero prefieren seguir callando. Y a mí, verles así, tan distantes, tan raros, ya ni siquiera me resulta extraño. Al principio fue pena, rabia, mucha rabia. Pero ya no. Pienso que ya no creo en ellos, ni en su historía de amor y mientras ahogo un bostezo que brota de lo más profundo de mí de aburrimiento y de sueño, busco con la mirada el mando de la televisión, dispuesta, por primera vez en cinco temporadas, en abandonar un capitulo antes de que acabe, estando casi convencida que no será la única vez.
-Laura -claramente he oído mi nombre. Alguien lo ha gritado de forma alta y clara. Pero no puede ser, no es posible. Esta noche estoy sola en casa y nadie, nadie puede estar hablando conmigo -Laura, ehhh, haznos caso ¡¡¡Hablamos contigo!!! -angustiada miro para todos lados, a la vez que me subo al sofá, apoyando todo mi cuerpo contra la pared, por si alguien decide acercarse por detrás -Laura, aquí. En tu tele.
- ¿Cómo? Esto... ¿hay alguien?- Laura, joder, que soy yo. Lucas.
- Lucas, dile que yo también estoy, no se vaya a pensar que yo estoy aquí de adorno -le dice Sara a Lucas dentro de mi televisión. No puedo creer lo que ven mis ojos, ¿realmente Sara y Lucas me están hablando a mí, A MÍ, a través del televisor?
- Que si Sara, joder, que si. Que pesaita te pones ¿No ves que es que no se entera? Está como alelada, ¿no?
- Yo... -no sé que puedo decir. No sé si es un sueño si es realidad. No sé que está pasando, solo sé que estoy asustada y no sé que hacer. En este momento solo acierto a colocarme un poco los rizos de mi cabeza, mientras me estiro el viejo pijama de rayas hacia abajo, para que no se vean en la tele más piel mía de la necesaria.
- Lo que yo te digo, que está atontada. A ver, joder, si es que así no se puede concentrar uno. Coño, que estoy intentando hablar con Sara y tú bostezando como si fueras un oso joer. Que ni la manita te has puesto.
- Perdón yo no sabía.....
- Si no pasa nada Laura -dice Sara de forma mucho más dulce que Lucas- solo queríamos saber por qué bostezas ¿No te gusta la serie?
- Pues... - ¿les digo la verdad? No me parece muy cortés decirles que no, que no me gusta la serie, pero no soy de las personas que fingen y dicen lo que no sienten, aunque sea en un sueño, si es que esto es un sueño.
- Venga, joder, que no tenemos todo el día ¿te gusta o no te gusta? Es fácil la pregunta, ¿no?
- Pues mira no -grito cabreada ya con la actitud de Lucas. No solo se mete en mi casa, en mi tele alterando mis nervios, sino que además, lo hace sin la mínima delicadeza. -No me gusta la serie, no me gustan los personajes, ni las tramas, ni los guiones.
- ¿Y nosotros?
- Coño Sara, ¿a qué viene esto? A nosotros nos importa la serie, lo que piense de nosotros nos da igual. Que piense lo que quiera, si a mí mientras no se dedique a bostezar de forma tan ruidosa y molesta esta tía me la trae al pairo.
- Ya Lucas, pero a mí me interesa.
- Sara, yo.... ya no. No me gustáis. Ninguno de los dos. Ya no..... ya no conseguis emocionarme.
- ¿No? -intenta parecer tranquila, pero Lucas y yo, que la miramos expectantes, vemos como sus ojos se van inundando de lágrimas, y como su cara se dibuja con una expresión de total desolación.
- Lo siento, no quiero molestarte pero es lo que siento.
- No, si no me molestas. Solo quiero saber la verdad.
- Sara, que esto ... joder, que esto no es normal. Coño, quedan dos minutos para la siguiente secuencia y le toca a tu padre entrar, y antes tenemos que hablar....... -baja la voz y se tapa la boca intentando que yo no le escuche, como si él pudiera decir algo a mis espaldas -......... de nuestras cosas. Y con ella delante..... joder, que no me concentro Sara.
- Déjala. Quiero que me lo diga.
- Me hicisteis creer en los amores imposibles, en que si se lucha por lo que se quiere nada es imposible. Sentí el amor verdadero a través de vosotros. Llegué a emocionarme con cada gesto, cada palabra, cada detalle. En cada beso sentí como mi piel se erizaba solo por ver vuestro deseo cumplido. Soñé con lluvia, con viajes, con noches en vela. Con bolas del mundo, con años, con meses, con días. Con corralas llenas de sorpresas. Con videos, con coches, con descampados...
- ¿Y ahora qué? -lo pregunta él, que por un momento, ha dejado de hacerse el fuerte y veo en sus ojos que siente lo mismo que sentimos nosotras dos: decepción y añoranza por esos recuerdos.
- Ahora nada. Ya no teneis nada. Si, os quereis. Pero ya.....
- Ya no hay magia -una lágrima recorre su mejilla y no se molesta en ocultarla. Mira a Lucas y me mira a mí, y se siente perdida, extraña y pequeña sin voluntad propia.
- Sara, mi niña..... -la abraza con fuerza, y vuelvo a sentir, al verles allí como las mariposas de antaño, vuelven a acompañarme, como lo hacían tantos miércoles atrás
-No llores cariño, volverá. La magia volverá. Te juro que yo haré porque vuelva.
- No puedes Lucas, no puedes. No depende de nosotros. Son ellos -dice mirando hacia todas partes, mientras susurra muy bajito para que ellos, que están en todas partes mirándoles, no puedan escucharla- ellos son los que deciden que hacemos, que decimos, que sentimos. No nos van a dejar ser felices juntos... -llora con más fuerza todavía y se aferra más a Lucas, y yo, no me atrevo a hablar por no interrumpir ese momento tan intimo por el temor de que no vuelva a verlo de nuevo.
- Me da igual. Ya no me importa lo que ellos digan. Estoy harto Sara. Harto de no poder besarte y hacer como que ya no me importa. Harto de fingir estar bien, harto de callarme tantas cosas. Se acabó. Me planto.
- ¿Te plantas? No puedes plantarte -le advierto.
- ¿Y por qué no listilla? Si yo quiero.... -está dispuesto a todo por ella. Me alegro de verle así, desafiante. Por fin le reconozco, este si es el Lucas que un día conocí.
- No, no puedes. Solo eres un personaje de ficción. No existes Lucas, ni tú, ni Sara, ni Paco, ni ninguno. Vuestro amor no es real.
- ¿Ah, si?? Y si no es real, ¿por qué te has emocionado tantas veces viéndonos? ¿Por qué sufriste cuando nos separamos? ¿Por qué entonces el foro, el blog, tantos relatos sobre nosotros, eh??
- Yo.... -me ha pillado. No sé que contestarle porque tiene la razón, y me cuesta dársela. Porque es cierto que ellos no son reales, pero todo lo que me hacen sentir sí. -Vale, listo tienes razón. Pero aún así no puedes plantarte, tienes que ceñirte al guión.
- Y una....... -con la vena hinchada, como hace tiempo que no la veo, se traga todas las palabras que quisiera dejar salir en ese momento y que sabe que no debe -que no -simplmente niega no tener voluntad propia. No quiere dejarse hacer por los demás, él no es así.
- Lucas, sabes que sí. Tenemos que hacerlo. Pero Laura, tienes que prometerme que no dejaras de creer en nosotros. Prometémelo.
- Es que no sé si .....
- Tienes que prometerlo. Sino, nosotros dejariamos de tener sentido. Diselo a las demás, a todas las que ven la serie. Ponlo en el foro, ponlo en el blog, diselo a todo el mundo. Diles que no dejen de mirar al cielo por si llueve. Que va a llover. Tarde o temprano lloverá.
- Van a caer chuzos de punta, el diluvio univeral, un tormentón que lo va a arrasar todo -dice él mientras sonríe. Porque los tres sabemos que significa eso, para los tres tiene la misma importancia ese prónostico. De pronto, gira su cabeza y se separa un poco del cuerpo de Sara, para mirarla a los ojos y sonreírla, con esa sonrísa y esos ojos que me resultan tan familiares. Se miran como solo ellos saben hacerlo y yo, después de mucho tiempo, no solo siento las mariposas en el estomago, sino también esa punzada en el pecho que me hace feliz. Han vuelto, lo sé. La magia envuelve a la corrala, a mi televisión y a mí. Sé que tardaré en volver a ver algo así en la pantalla, pero ahora también sé no tengo que perder la esperanza, porque la lluvia, tarde o temprano, volverá a caer.
- Te lo prometo -ambos me sonríen y después de unos segundos contemplándoles apago la tele para dejarles intimidad antes de que vengan los guionistas y vuelvan a separarlos.
Al día siguiente me levanto y lo primero que hago es encender la tele. En antena3 ponen un programa de noticias, y me acerco lo máximo posible a la tele, me alejo, vuelvo a acercarme, esperando que vuelva a ocurrir lo de anoche y alguien vuelva a hablarme a través de la pantalla. Después de diez minutos lo dejo por imposible y vuelvo a apagar el televisor. Tal vez solo fue un sueño, tal vez no. Me da igual, sueño o realidad, me ha devuelto la confianza en la pareja, y ahora sé, que estaré dispuesta a esperar para volver a verlos juntos, siempre, siempre, siempre.

4 comentarios:
Parece ser que no se avecinan buenos tiempos. Por eso vuestros relatos son tan importantes, porque seguro que aquí encontraremos la magia que nos van a racanear en la serie.
Y si hace falta tener una serie paralela en los foros o los blogs, pues se tiene. Clavais tan bien a los personajes, que no hace falta hacer ningún esfuerzo para verlos cuando os leemos.
Seguid así, haciéndonos soñar. Y si decidís no poner ningún spoiler, por mí fenomenal, ya me haré mala sangre cuando tenga que verlo y no quede otro remedio.
Un beso.
Adriana
Ya me gustaria a mi que Lucas me hablase desde la pantalla... bueno siempre lo ha hecho con sus ojos, pero no es lo mismo...
Ains Himara y Laurys os quiero cabritas pero yo la confianza.. esa que me guiaba, la perdí y sigo pensando que es lo más complicado de recuperar...
De momento... ni aunque el mismisimo Lucas se hiciese persona y se presentase en casa a susurrármelo al oido.
Sí, soy yo..soy Blue.
magico y original, seguid haciendonos soñar ya que ellos no nos dejan,confiamos en vosotras. un beso a las dos.
Me a encantado niñas me habéis emocionado y todo me encanta cuando dices
- Me hicisteis creer en los amores imposibles, en que si se lucha por lo que se quiere nada es imposible. Sentí el amor verdadero a través de vosotros. Llegué a emocionarme con cada gesto, cada palabra, cada detalle. En cada beso sentí como mi piel se erizaba solo por ver vuestro deseo cumplido. Soñé con lluvia, con viajes, con noches en vela. Con bolas del mundo, con años, con meses, con días. Con corralas llenas de sorpresas. Con videos, con coches, con descampados...
Es precioso el texto, y muy original!
Besos, espero que los reyes os hayan llevado muchas cosas a parte de un gran diluvio
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