16 abril 2008

Al calor de un colacao

Nunca había pensado tanto en un vaso de colacao, pero creo que a partir de ahora ocupará muchos de mis sueños. Qué bonito sería compartir con él una taza de humeante leche con colacao, calentitos, bajo la manta, viendo a través de la ventana como llueve ahí fuera, mientras tú sientes como el calor lo invade todo dentro. Pero, nunca tendremos ese privilegio, ni nosotras, ni ninguna de vosotras (y si alguna puede demostrar lo contrario que lo diga)

Ese placer solo puede ser de una persona, Sara Miranda, la afortunada que se fue un día lejos de nuestras pantallas para volver ahora, con más fuerza. Porque sí, ha vuelto, porque durante meses Sara estuvo allí, en nuestra tele, pero no era Sara, al menos no la de verdad. No podíamos ver ese brillo en los ojos, ni la sonrisa eterna en su cara. Ahora ha vuelto, y es feliz con el hombre de nuestros sueños y le va a apoyar siempre, en todo. Porque si él salta, ella salta, y si a él le pegan un tiro, ella sangra (tratándose de Lucas, va a necesitar mucho betadine)

Durante muchos meses hemos soñado con verles así, unidos, sonriéndose. Hemos deseado con mucha fuerza volver a ver un beso, una caricia despreocupada, un contacto casual. Una mirada ajena al resto del mundo, un te quiero, un “estoy aquí”. Y por fin lo tenemos, y con más fuerza que nunca. Ahora están de igual a igual. Ninguno pierde o gana más que el otro. Ahora solo son dos personas, que se aman tanto que están dispuestas a hacer lo que sea por el otro.







El capi nos ha traído momentos perfectos. Esa llamada tonta, con sus sonrisas cómplices, ese “quiero que siempre esté tu número entre mis diez últimas llamadas”, esas manos juntas dándose fuerza…

Además nos ha traído, como viene siendo ya habitual, recuerdos del pasado, un pasado que como dicen, siempre fue mejor. El recuerdo de Berni y lo mucho que su amiga le echa de menos (y nosotras también Berni, mucho, mucho), de Ruth, el recuerdo de Paco cuando apostaba con Lucas a adivinar las balas de la pistola solo por el peso allá cuando patrullaban felices, ajenos a Uriartes y Salazares. Povedilla y su inglés. Lola y su vuelta a la normalidad, volviendo a estar siempre preocupada por todo el mundo, esta vez por Aitor. Paco y sus problemas con las bragas. Mariano y sus problemas con los bollos. Lo absurdo: fotocopiadoras por el aire, miembros que se pierden, pruebas que se destruyen, post it en lugar de ojos, la niña del exorcista hablando en inglés, la guija….

También nos ha dejado este capitulo momentos para olvidar. El momento en el que Lucas, con todo el dolor del mundo, dudaba de sus amigos delante de todo el mundo. La angustia de Sara al querer apoyar a Lucas, haciendo daño a su padre y a Mariano. La desesperación de ellos, al sentirse una carga para Lucas, al que tanto quieren, y por el que estarían dispuestos a hacer cualquier cosa, hasta mentir, manipular pruebas, tragarse una bateria de litio…

El capitulo me ha gustado en general. Ha tenido de todo un poco. Como siempre sigo echando de menos ciertas cosas, pero me ha entretenido. Tengo a mis dos super heróes dispuestos a comerse el mundo ellos dos solos, y solo con verles tan felices, yo hoy me voy a acostar más contenta también.

Es que la magia que ellos tienen, nunca llegó a irse del todo, siempre ha estado escondidita en algún rincón, y solo las paqueras de corazón podíamos verla. Pero ahora, la magia sobrevuela sobre nuestras cabezas, mientras nos imaginamos a Sara y a Lucas compartiendo un colacao.





¿¿Y a vosotras, os gusta el colacao??



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Reconozco que me ha gustado más ese ¿quieres un cafe? .....mejor con leche jajajaja. Blue.

Anónimo dijo...

Si a mi me ofrecen ese café sin dudas lo tomaría, bueno la verdad es que tengo que reconocer que el café es uno de mis vicios, y junto a Lucas que es otro de ellos pues iba a ser la bomba.
jajajaja
ELSARA

Anónimo dijo...

yo también quiero ese colacao.
me gustó mucho el capi pero más me ha gustado vuestro analisis de el

Anónimo dijo...

Yo el Colacao frío, mejor me apunto al café con un cigarrito y confidencias con Lucas.Yo no me niego a lo que pida uffffffff

Ayla.

Anónimo dijo...

Marchando cuatro Colacaos.
Ayla te apunto uno para ti también que el café te altera los nervios.

Gracias chicas.

Gaspi.