11 abril 2008

Adios y gracias

Se levanta de la cama para hablar con Elena, y mientras se mesa el pelo nervioso, piensa en que decirle. No es la primera vez que rechaza a una mujer, sabe como hacerlo, sabe que palabras debe decir para que sea más fácil para todos. Antes solía hacerlo a menudo y no le resultaba tan duro, pero ahora es distinto, porque ahora él conoce lo que significa que alguien por el que sientes algo te diga esas mismas palabras. Supone que en eso tiene que estarle agradecido a Sara, porque ya nunca jamás volverá a ser el Lucas de antes que jamás se ponía en el lugar del otro. Ahora es un nuevo Lucas, más maduro, más sensible, más respetuoso.... y más llorón, más cursi, más tonto.... Lucas se desespera al pensar en ella y en todo lo que siente ahora mismo dentro del pecho. Sara, siempre ella tiene la culpa de todo.

Elena intenta hacerle comprender, por última vez, que su historia con Sara no va a ninguna parte, que tiene que empezar a vivir, conocer a otra persona, dejarse querer. Pero Lucas no éstá dispuesto a que ella siga por ahí: sabe que lo de Sara no se va a arreglar, pero le da igual. No quiere engañar a nadie, y no quiere engañarse a sí mismo. Algún día se le pasará, si tiene un poco de suerte. Pero mientras tanto, no piensa ir haciendo daño a quien encuentre a su paso.
Entre lágrimas intenta por última vez que él le de una oportunidad, pero finalmente se rinde. Se dice a sí misma que ningún hombre se merece tanto llanto, ni siquiera Lucas. Prefiere conservar su orgullo, y marcharse despacio, sin hacer ruido, igual que había llegado tiempo atrás.

La mañana en comisaría pasa despacio de nuevo. Últimamente todos los días son iguales, largos, pesados y aburridos. No pasa nada, nunca pasa nada, y Lucas tiene mucho tiempo para pensar. Demasiado.Son ya las doce y ella aún no ha llegado. No deja de mirar hacia la puerta esperando encontrarla, pero Sara, parece, que hoy no va a venir, y él se desespera por momentos. La odia, está enfadado por lo de ayer, dispuesta a olvidarla para siempre, pero necesita verla. Quisiera poder ignorarla, pero sabe que no puede, que a pesar de todo, ella siempre estará allí. A la una ya sabe que ella no vendrá y decide dejar de esperarla. Se marcha al despacho de Paco intentando encontrar una tranquilidad que allí no tiene. Pero estar allí, en ese despacho, aún le recuerda más a ella. Viejas fotos pueblan el escritorio de su amigo. Fotos de Sara cuando era pequeña, y de Sara ahora. Y la foto de Sara en una playa de Asturias, sonriéndole a la cámara, que Lucas supone que llevará Aitor, se le clava en la retina dejándole totalmente hecho añicos.

La mañana para ella tampoco va mucho mejor. Su rechazo le ha dolido más de lo que ella misma pensaba. Sabía que Lucas le gustaba, mucho, pero no pensaba que se hubiera podido enamorar de él en tan poco tiempo. Pero ahora, después de oír de su boca que jamás iba a haber nada entre ellos, sabe que los viejos fantasmas de los que huía al venir a Madrid están con ella de nuevo. Está dolida, pero no solo por lo de Lucas, sino por su mala suerte. Ella jamás sale ganando, nunca. Siempre es la otra, el entretenimiento. Aquello que pronto se olvida. No consigue que nadie le ame tanto como Lucas ama a Sara, y eso la mata por dentro porque es lo único que ella desea en la vida. Da igual en Canarias, en Madrid o en la Luna, ella parece condenada a vivir sola. Esa le hacer sentirse mucho peor y decide salir de allí para pensar. No quiere ver a Lucas, ni a nadie. Solo quiere por una vez, pensar las cosas con la cabeza y dejar de lamentarse.
Se está cambiando en el vestuario, decidiendo que puede hacer a partir de ahora, cuando el golpe de la puerta le hace girarse y se encuentra con su mirada cargada de odio. Por si no tuviera bastante ya hoy...

- Hombre, si está aquí mi policia favorita ¿Qué tal has dormido hoy? ¿La digestión se te hizo pesada con tanto veneno o ya estás acostumbrada? -Hace tiempo que no está tan enfadada y ya le da igual que Elena esté con Lucas, no piensa pasarle ni una a la mujer que tanto daño le ha hecho desde que llegó.
- Mira Sara, mejor lo dejamos. No estoy de humor.
- ¿Y a mí qué? Ayer era yo la que no estaba de humor y a ti no te importó para seguir humillándome.
- Tienes razón y lo siento. Ayer me pasé. En cuanto vea a Aitor también le pediré perdón por haberlo liado todo.
- ¿Perdón a Aitor? A ése mejor le das las gracias. Que os salió muy bien el plan y ya tenéis lo que queréis -Sabe que ha hablado más de la cuenta y decide acabar ahí la conversación antes de seguir diciendo lo que no quiere que ella sepa.
- ¿De qué hablas?
- Ya sabes de que hablo Elena. No te hagas la idiota conmigo.
- No, no sé de que hablas. Dímelo.
- Mira qué bien, ayer ibas de vívora y hoy de mosquita muerta. Qué fácil te resulta cambiarte el disfraz. Qué suerte tienes de que Lucas esté tan enamorado de ti y no sé de cuenta, aunque tarde o temprano.... -quiere marcharse de allí. Cada vez está más enfadada y las paredes del vestuario empiezan a ahogarla. No quiere escuchar más. No quiere que Lucía vuelva a decirle lo maravilloso que es Lucas y lo felices que son. No puede escucharlo más.
- Lucas está muy enamorado sí........ pero no de mí El silencio tenso se hace insostenible. Las dos se miran, desafiantes, esperando que la otra diga algo que parece que no va a decir. Sara nota como el corazón le ha dado un vuelco. Quiere saber, necesita saber la verdad. Pero no sabe hasta que punto Elena está dispuesta a decírsela.
- ¿Qué quieres decir? -su voz suena temerosa y a Elena le hace gracia. Lucas lleva escrito en la cara lo que siente, hasta un ciego se daría cuenta, todos menos ella, la interesada. Aún duda de lo que para todo el mundo es tan evidente.
- Que quieres decir, que quieres decir -se burla en su cara y Sara vuelve a torcer el gesto -Pues que lo he intentado todo para gustarle, he hecho mil gilipolleces, he estado pendiente de todos sus deseos, sin darme cuenta de que solo hay una cosa en este mundo que deseé: Tú. Tu Sara, Lucas se muere por ti. Le da igual que le hayas rechazado una y otra vez y eligieras a Aitor, le da igual que tengas novio y aún así sigas detrás de él provocándole. Le da igual que rompieras su sueño de Madagascar y te hayas olvidado de lo que él es incapaz de dejar de pensar. Le da igual que seas medio idiota y no te des cuenta de la suerte que tienes. Está loco por ti Sara y tú prefieres a Aitor. Ver para creer.... -las palabras salen solas de su boca. No puede entender a esa niña ni nada de lo que hace. Pero esa ya no es su historia. Ahora solo quiere salir de ahí y empezar a pensar en ella. Y aunque Sara no está dispuesta a dejarla marchar después de haber escuchado todo eso, cuando intenta decirle algo se queda sin palabras, y solo puede reaccionar cuando siente el ruido que hace la puerta al abrirse, y cuando mira ve a Lucas entrar
- Mira ya estamos todos. Mejor me voy. Que os vaya bien. -Cierra la puerta detrás de ella y literalmente se deja caer en el suelo.
- Yo también me voy
- No te vayas por favor. Lucas...
- ¿Por qué Sara? -después de lo de ayer lo que menos le apetece en el mundo es hablar con ella, aunque se haya pasado toda la mañana esperando que ella viniera.
- Quiero hablar contigo. Necesito explicarte....
- No hay nada que explicar -se gira y cuando va a girar el pomo de la puerta para marcharse escucha lo que lleva meses deseando escuchar
- Ya no estoy con Aitor. Llevo sin estar con él desde que me marché a Asturias.
- ¿Cómo? - ¿desde que se fue a Asturias? Tanto tiempo?? ¿Y por qué ella no se lo ha dicho antes??
- Me diste un últimátum y me enfadé, porque yo llevaba meses esperando que tú dieras algún paso, el que fuera, y cuando lo diste, esperabas que yo lo dejara todo sin titubear. Y quería odiarte y te dije que me iba con Aitor a Asturias, que lo prefería a él. Pero cuando llegué a la estación supe que me equivocaba, que otra vez iba a actuar con la cabeza y no por lo que realmente sentía.
- ¿Y por qué no te diste la vuelta? -dice sin girarse todavía ni para ver la cara de Sara.
- Se lo estaba diciendo a Aitor cuando recibió una llamada de su familia: su abuela se había puesto muy enferma. Se puso a llorar, estaba como loco. Adora a su abuela, o la adoraba. No podía dejarle Lucas. Él había estado conmigo cuando tú no querías saber nada de mí y yo estaba destrozada. Él me había apoyado durante meses. No podía hacerle eso, no podía. Su abuela fue empeorando hasta que falleció y Lucas.... Aitor se hundió. Y es mi amigo y tenía que estar con él ¿Lo entiendes verdad?
- ¿Y por qué no llamaste para decirmelo?
- Lo intenté. Veinte veces al día marcaba tu número y otras veinte lo borraba. Después de nuestra discusión cuando te dije que se había acabado todo, no sabía que decirte. No sabía cómo te lo ibas a tomar..... tuve miedo que me rechazaras y que todo se hubiera acabado ahí. Luego volví, intente hablarte, te seguí a todas partes. Hice de todo para estar contigo, de todo. Hasta que apareció Elena y tú.....
- Y yo nada. Elena y yo no hemos tenido nada.
- ¿De verdad?
- De verdad -se miran, sonriendo y se van acercando. Sus cuerpos se llaman, se atraen. Necesitan tocarse, sentirse. Necesitan saber que la pesadilla se ha acabado, y poco a poco, sin dejar de mirarse se funden en un beso, cálido, dulce. Un beso que lo dice todo. Solo se separan para mirarse, y Sara no puede evitar sonreír de alegría al ver que en los ojos de Lucas, por fin, no hay ni una pizca de arrepentimiento. Por fin la está besando porque quiere, porque su cuerpo, su cabeza se lo está pidiendo a gritos, y después de ese beso, él no se va a marchar a ninguna parte. Se siguen besando y abrazando, mientras susurran palabras casi inaudibles. Se acarician por todas partes con mucha dulzura, poniendo todos sus sentidos en alerta para sentir de nuevo, la felicidad en cada uno de los poros de su piel.

Ninguno de los dos nota como la puerta se ha abierto, y unos ojos indiscretos miran lo que ellos están viviendo ahora mismo. Es Elena, que dolida, no puede dejar de mirar la escena. Hasta que una mano le sorprende por detrás.

- Déjalos solos. Lo necesitan. Verás como pronto se te pasa, algún día conocerás a alguien ya lo verás mujer.
- ¿Tú crees?
- Seguro. Todos los haremos algún día. Mientras vamos al bar de enfrente a por unas bravas, que las penas con el estómago lleno cansan menos.
- Gracias Mariano -dice mientras le abraza y él puede sentir como las mariposillas flotan en su cuerpo y ella, por primera vez en mucho tiempo, se siente protegida y querida por alguien.
Lucas y Sara no pueden parar de besarse y saben que como sigan así, no van a poder apagar la llama que están encendiendo. Con un gesto Sara le hace una seña a Lucas, y él entiende la invitación de ella y, aunque incrédulo no se atreve a decirle que no. Total, llevan meses haciendo locuras, por una más no va a pasar nada.

Y allí, solo separados del gentío por una fina pared, comienza una reconciliación que durará años bajo la caliente agua de la ducha de un vestuario que tantas veces ha sido testigo del amor tan grande que sienten.
FIN



10 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado esa conversación final, esas explicaciones que se merecían los dos.
ELSARA

susii dijo...

Chicas e estado algo liadilla estas semanas , y me faltaban como tres capitulos por leer de esta historia asi k de un tiron me la he leído . Haceis que me enganche a cualquiera de vuestras historias . El final de esta emocionante y apasionante aunque pensaba que el nuevo amor de elena seria aitor. Mariano esta demasiado solo asi k bien por los dos . Gracias por estas maravillosas historias continuar la de amor en la distancia que me tenéis intrigadisima !! Un besito !!

susi

Anónimo dijo...

A pesar de lo mal que se ha portado Elena, vosotras sois tan buenas que habeis logrado darle un final digno, mucho mejor de lo que se merecía, porque nadie puede negar que Mariano es un buen partido, ¿no?
En cuanto a la parejita... ¿como es posible que a estos dos les cueste tantisimo hablar? con lo fácil que sería arreglar las cosas si lo hiciesen de vez en cuando.
Me ha gustado mucho este final, tanto que espero que pronto podais escribir el próximo (final o relato, que yo para estas cosas no tengo manias, todo me va bien)

Cri_s

Anónimo dijo...

¡Qué final tan bonito para un relato precioso!. Lo leía y Elena me hacía pensar en la Lucía de otro relato, y no soy la única..."No quiere que Lucía vuelva a decirle lo maravilloso que es Lucas..."Un lapsus, princesa, jajajaaj, pero no estropea en absoluto el conjunto, al contrario, me da esperanzas de ver otro final así para Lucía.
Un beso.

Anónimo dijo...

Que bonito os ha quedado,me ha gustado muchisimo ,tambien el giño a Mariano,gracias niñas por vuestras maravillosas historias.

Pd.Me ha pasado como a Dora con cierta Lucia,podia ser un final digno para ella tambien o ¿no?.
De nuevo gracias por todo.Un beso.


CHIQUI.

¿soñamos? dijo...

Ostras, perdón. Se me ha colado Lucía aquí. Vaya fallo......
Pero que sepáis que a pesar de mi metedura de pata, Lucía y Elena nada que ver, eh??? Pero vamos, nada, nada. Y quién sabe, quízás nos sea a Lucía la que haya que buscarle un final en esa historia....

Grcias chicas por comentar. No sabeis lo que subis el animo.

un besito

Unknown dijo...

Que bonito!!! Me a encantado, y tambien me gusta que Elena haya echo ya migas con Mariano lo que seria como estar saliendo con Lucas pero en mujer. Es precioso!!!
Besos!

Anónimo dijo...

Pues eso mismo: Elena, adios y gracias....gracias por haber dejado a Lucas en paz con su niña, que hija mía lo que has dado por ahí jajajaja. Me ha gustado mucho el final. Blue.

Anónimo dijo...

Chicas, es una pena que se haya acabado la historia, pero como sé que con vosotras siempre hay otra historia bonita esperando, yo me acabo ésta con toda la alegría del mundo.
Quiero que sepais que me ha encantao, que he disfutado como una enana, que me he emocionado en muchos fragmentos, y que sois una franquicia digna de exportar al extrangero.
He leído que cada vez sois más " autores " en el blog, y me alegro, porque esto tiene que ir a más.

Os espero en el siguiente relato, y aunque sé que no debo abusar, porque nos dais mucho, ¿ para cuándo seguimos con " Doble Máscara " ?

Un beso.

Adriana

Anónimo dijo...

Que alegría corazones!!! por fin nos hemos quitado de en medio a la Elenita.... cómo me ha gustado el final!!! las cosas claras y el chocolate espeso jajajaajjajaj y esoooo de que a Lucía no haya que buscarla un final? uffffffff que me da de nuevo y se me hincha la vena.Dos Pájaros de un tiro Por favor!!!! la felicidad que sea absoluta.
Que lo haceis fenomenal tesoros, sabeis que me gusta todo como querais vosotras que termine, me es igual, con leeros me es suficiente.

Ayla

Mi otro yo no me permite la duda... Para cuando el final de Lucía? ajajajajjajjjajj