Lucas intenta hacerles entender a sus dos amigos que no es necesario que sigan a Sara a todas partes, que en el pasado eso ya les trajo más de una complicación pero cuando ve que es imposible hacerles entrar en razón, se nombra a sí mismo el nuevo ángel de la guarda de Sara. Promete pegarse a ella como su sombra y les asegura que la acompañará donde quiera que ella vaya para descubrir el gran misterio.
Paco y Mariano no están convencidos, del todo, con el plan de Lucas. Ambos se hubiesen quedado más tranquilos, si no se tratase de Sara, pero siendo ella saben que Lucas puede cometer una locura, y cargarse al desgraciao que le ha hecho eso a la niña… no pueden dejarlo solo en esta misión, si no…. ¿quién va a impedir que su amigo pierda la cabeza?
Asienten, y se abrazan para firmar el acuerdo, pero los tres ven, en los demás, cómo la desconfianza hace sombra en sus pupilas. Saben, pueden estar seguros, que ninguno va a permitir que nadie mancille el honor de la niña, sin que ellos muevan un pelo.
Diez llamadas y catorce mensajes después, Lucas sabe que hoy tampoco va a poder hablar con Sara. No se explica como ella no le hace un hueco, por pequeño que sea, para contarles que van a ser padres. Joder si es lo más maravilloso que le podría pasar y se ha tenido que enterar por su suegro!!! Camina sin rumbo por el barrio, soñando con Sara embarazada, Sara dando a luz, viendo la carita de su hijo por primera vez, regalándole su primera pistola de juguete, jugando a sheriff. Sara no podía haberle hecho un regalo mejor… por que demonios no se lo cuenta?
Aburrido vuelve sobre sus pasos al barrio ya de noche, y, ensimismado como está en sus propias ensoñaciones, tarda en descubrir de donde provienen los gritos que resuenan por todas partes. Hay mucho ruido de fondo pero casi se atrevería a asegurar que aquellos que gritan como si se les fuera la vida en ello son Paco y Mariano, y solo de pensar que puedan estar en peligro se vuelve loco.
Corre como nunca y al llegar hasta el callejón, no puede creer lo que ven sus ojos. No sabe si reír al saber que no les pasa nada, o llorar, al comprobar como Curtís, Aitor, Povedilla, Rocamora, y algún que otro policía a los que solo conoce de cruzarse con él por los pasillos de la comisaría, están maniatados los unos a los otros y de espalda a la pared, mientras un par de pistolas les apuntan directamente a la cabeza.
- ¿Me podéis explicar que coño estáis haciendo panda de colgados?
- Descubriendo al cabrón. Lucas, que no es que yo no confíe en ti, pero te veo muy afectado por la noticia, y yo tengo que saber cuales son las intenciones del hijo de puta que ha hecho eso a mi niña.
- Bueno, Paco, que cabrón es, pero tú niña no se queda atrás. Que vamos, se necesitan dos para…vamos, ya sabes, poner la semillita dentro de la mamá.
- ¿TE QUIERES CALLAR MARIANO? –Lucas y Paco gritan a su amigo a la vez, los dos igual de nerviosos, aunque por distintas razones.
- Vale, vale. Ya me callo. Joder, como os ponéis…
- Paco, vamos, dame las llaves. Yo les quito las esposas y Mariano que vaya quitando las cuerdas.
- No, Lucas. Es mi hija, así que hacemos las cosas a mí manera –se acerca de nuevo a sus “victimas” y les grita –Por última vez, ¿quién ha sido el cabrón que ha dejado a mi hija en estado de buena esperanza?
- Y otra vez la vuelta al burro –A Curtís la situación le empieza a hacer hasta gracia.
- Ni burro ni hostias Curtís. O me decís quien de vosotros ha sido o empezamos con el plan B.
- Vamos a ver Paco, ¿plan B? –Lucas duda por un momento de estar viviendo algo real.
- Plan B. Señores. Mariano, prosigue. –Mariano se acerca también a los policías, que ya se esperan lo peor. Empieza a cachearles, y, sin el menor miramiento, comienza a sacar todo lo que llevan en sus bolsillos. Chequean sus carteras, miran las fotos, leen sus mensajes, buscan agujeros secretos….
- Vale ya señor inspector Miranda. Esto es ilegal.
- ¿Ilegal? Te voy a decir yo lo que es ilegal becario de los cojones. Ilegal es que a mí niña, que es una santa, le hayan hecho esto con la edad que tiene. Y a mí, lo legal, me toca los cojones ¿Te enteras Carrasco? Con mi niña no paso ni una.
- Vale, ya Paco. Déjalos en paz. Si a lo mejor no son ellos.
- Claro, señor inspector ¿Por qué tenemos que ser nosotros, eh? ¿Por qué no Mariano… o por qué no Lucas? –Aitor mira a Lucas mientras sonríe con malicia.
- Mariano…. Imposible.
- ¿Imposible por qué? Ya estamos, la niña no podría fijarse en mí, no? Cómo soy gordo… pues hala, Mariano siempre solo.
- Qué no es eso Mariano. Coño, pero no das el tipo. Y Lucas…. Pues como que mi hija…… vamos, que no le hace mucho caso.
- ¿Es eso verdad cuñadito? Y que hay del otro día cuando os vi dándoos cariñitos en el vestuario de la comisaría… no será que estás intentando apartar a Sara del padre de su hijo, no?
- El padre de su hijo soy yo gilipollas, así que no tengo que apartarla de nadie más que de ti, que estás en todas partes.
Lucas lo ha dicho sin pensar, y cuando sale la última palabra se da cuenta de lo que acaba de decir. Acaba de confesarle a Paco, que está con Sara y que él es el padre de su hijo. Joder, ahora si que la ha liado pero bien!!
- ¿Qué has dicho Lucas?
- Paco, Vamonos a casa, mejor que hablemos esto a solas.
- A solas hostias, Fernández. –Curtís habla pero todos asienten temerosos de perderse el ultimo acto de la obra- No hemos estado aquí tres horas atados de pies y manos y con Mariano metiéndonos mano para ahora perdernos el final.
- No vamos a ninguna parte, Lucas. Quiero saberlo todo aquí y ahora –Paco ha perdido el color en la cara, y las cosas comienzan a moverse delante de él. Cree que va a marearse y tiene que agarrarse a Mariano para no caer.
- Joder, Lucas, siempre liándola. De esta se nos muere coño.
- Si yo no he hecho nada, a ver que me estás contando… Joder, la habéis liado vosotros.
- ¿Nada? Te parece poco hacerle abuelo, descerebrado? Si es que eres un descerebrao que vas a la tuya. Anda, sácale su bolsa del bolsillo.
Paco, gracias a su bolsa del burguer king, va recuperando poco a poco el color, y al abrir de nuevo los ojos, lo primero que ve, es la cara del cabrón que le ha hecho eso a su hija. Lucas, el malnacido de Lucas, que le ha robado la juventud. Lo estrangulaba, sino fuera porque de pronto, casi sin querer, se da cuenta de que si ha pasado lo que ha pasado, es que vuelven a estar juntos, y eso, por primera vez, le colma de alegría. Se levanta despacio y se funde en un abrazo con Lucas para compartir su alegría y felicitarle, por la buena noticia. No puede evitar, a pesar de lo feliz que esta de que sea precisamente él, el “culpable” de que su niña esté embarazada, el decirle unas palabritas al oído, alguna advertencia, para que no se confíe demasiado.
En la tele no echan nada, y tiene que conformarse con cambiar una y otra vez de canal. Está aburrido y solo puede pensar en Sara, y en que lleva días sin verla. De pronto, ella, como si la hubiera llamado de tanto pensarla, aparece por la puerta. Se levanta de golpe y corre hacia ella para abrazarla, pero, antes de que pueda hacerlo, ella le detiene con la mano en alto. Su semblante es serio, y parece preocupada, haciendo que Lucas se preocupe también.
- Lucas, tenemos que hablar.
- ¿Ha pasado algo cariño? ¿Es por el operativo?
- No, no es eso. El operativo has salido bien y ya se ha acabado todo. Pero Lucas, he hablado con mi padre.
- Ya, y te lo ha contado todo, no?
- Sí..
- Menudo follón que ha montado. Y ahora lo sabe todo. Y tú que no querías que supiera nada.
- Ya…
- Pero bueno, dentro de nada se lo teníamos que decir si o si. Sara, soy tan feliz. Nunca pensé que diría esto, pero me gustaría que fuera una niña. Una niña rubia con grandes ojos azules y lengua de trapo. Como tú, una niña como tú, igualita.
- Lucas no…
- Bueno, si viene un niño tampoco pasa nada. Que yo le voy a querer igual. Si es niño, le voy a enseñar a jugar a los sheriff, y ya me han dicho Marino y tu padre que nos lo vamos a llevar al campo para…
- Espera…. –intenta hablar pero Lucas esta tan entusiasmado que no para de interrumpirla.
- Aunque si es una niña también la vamos a llevar al campo
- No, no va a haber campo Lucas. Ni sheriff, ni niña, ni nada.
- ¿Quéeeeee?
- Ha habido un error. No estoy embarazada. El test que encontró mi padre no es mío, sino de mi madre.
- ¿Tú madre? Pero si tiene más años que….
- Sí, de mi madre. Ha ido al médico y le ha dicho que no está embarazada, sino que esta entrando en la menopausia, y eso hace que tenga desajustes. Vamos, que el test se confundió.
- Joder…… -no puede evitar sentirse fatal. Ha hecho tantos planes, ha imaginado tantas cosas…
- Lo siento cariño. Siento decepcionarte. Pero… joder Lucas, porque no me preguntaste a mí directamente?? Sabes como son mi padre y Mariano y tú sigues fiándote de ellos.
- Parecían tan convencidos que… joder…. Que se yo….
- Algún día, tú y yo tendremos niños cariño. Dos, tres, o quinientos. Los que tú quieras. Pero tendremos que esperar un poco más.
- Lo sé. Qué tonto soy, me había hecho ilusiones.
- Y me alegra que hayas soñado con eso. Y llegará, no sé cuando. Pero llegara y seremos los mejores padres del mundo. Pero de momento…
- Nada. –a Sara se le parte el alma viendo su cara de decepcion.
- Nada no. Te he traído una cosita para que vayas practicando.
- ¿Ah sí? –ilusionada, intentando cambiar el semblante de su chico, se levanta y se dirige hacia la puerta, abriéndola deprisa y acercando una caja de cartón sin tapa hasta el sofá. Se la entrega a Lucas, que siente como de la caja sale un cachorrito negro, pequeño y juguetón, que quiere jugar. El perro se acerca a él, le chupa, le olisquea, y Lucas, olvida que hace un momento se sentía tan desgraciado. Vale, no es su niño, pero ya habrá tiempo de eso. Ahora de momento, tiene a alguien con quien jugar en el campo….

Sara le abraza, con cariño, y se siente mejor al verle sonreír. Todavía es pronto para decirle que cree que puede que ese niño llegue antes de lo previsto. Pero antes de que haga alguna de las suyas, mejor se asegura primero.
9 comentarios:
me ha encantado como todo lo que se escribe en este blog. espero que sigan asi. un beso my grande. Tiby
Chicas muy divertido y pobre lucas que decepcionao lo haveis dejao, pero la recompensa da de que reir.
Un besazo wapas y me encantan vuestros relatos.
Jajaja esos son ellos, armándola a cada paso y siempre metiendo la pata...por cierto, el cachorrito muy lindo, es igualito a mi Ory. Blue.
Chicas...... muy bonito, incluido el perrito de la foto, peeeero...habéis abierto la caja de Pandora. Yo ahora quiero la segunda parte: ver como Sarita le da la buena nueva a Lucas y como se entera toda la comisaría de San Antonio.
Un beso.
Adriana
Genial chicas y pobre Lucas, él que se habia ilusionado......
Apoyo la idea de Adriana, queremos ver como Sara le da la buena nueva.
ala chicas que bonito y la foto ainsssss que ternura clara91
No sé porqué me sigue sorprendiendo que cada vez que leo algo aquí sea tan imaginativo, tan divertido, tan pakero, tan tierno. Cada relato me parece lo más de lo más, pero no, llega el siguiente y otra vez me quedo admirada.
Un beso.
Ha terminado ya este relato ? no creo....que yo quiero que sigaaaaaaaaa, que tenemos que ver como se lo dice después. Habeis sacado la bola para predecir un futuro no muy lejano? que yo veo esto en la serie y me partoooo, vaya liantes que están hechos jajajajajajja soy de la misma opinión que Dora, cada vez me quedo más admirada. Teneis la habilidad de meternos en esas historias con una maestria dignas de lo mejorcito de los guionistas.
Un besazo corazones.
Ayla.
No sé como lo hacias pero habeis conseguido que vea a la comisaria en pleno en un callejon oscuro atados de pies y manos y no he podido evitar reir a carcajadas.
Aunque lo mejor ha sido el final, la desilusión de Lucas y como igual que un niño se ha olvidado de ella en cuanto le han dado un regalo nuevo
Cri_s
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