04 junio 2008

Vivir sin ti; El primer día de una nueva vida

¿¿Qué os pareció el capítulo de ayer?? ¿¿Os gustó?? Para mí demasiado peliculero, siguen sin ser la parejita que yo esperaba de ellos. Pero al menos ahora están unidos y son "felices" (o todo lo felices que se puede ser en medio de bombas, secuestros, intentos de asesinato, etc, etc)

Como no me apetece comentar el capi de ayer, porque prefiero que me lo comentéis vosotras, hoy vamos a añadir un nuevo relato largo que tenemos desde hace tiempo en la chistera. Dos relatos largos quizás sean mucho para el blog, pero....

Os presentamos .....
"Vivir sin ti"

(Las partes en negrita son recuerdos de ellos dos)


En cuanto entra en casa y ve un papel sobre la mesa sabe lo que va a pasar aunque esa certeza y la falta del factor sorpresa no hace que duela menos. Llevan meses esperando que esto pase, y de no haberlo hecho ella, tarde o temprano él habría reunido el valor para hacerlo.

No sabe por qué precisamente es hoy el día que ella ha elegido: intenta recodar si ayer no fregó los platos o si esta mañana se fue dejando la cama sin hacer. Pero enseguida se da cuenta que no es eso. No hay ningún motivo especial porque hace tiempo que hasta las discusiones dejaron paso a la indiferencia. Simplemente, hoy Sara habrá conseguido ser lo suficientemente valiente como para decir adiós.

Intenta agudizar el oído por si acaso, a escasos metros de él, en la habitación de al lado, todavía hay alguien. Y lo hay. Al otro lado de la pared está ella recogiendo sus cosas. Se la imagina allí decidiendo que tiene que llevarse y que puede esperar todavía unos días más.
Esperando detrás de la puerta y decidiendo que hacer, se intenta convencer a sí mismo que eso es justo lo que quería que pasara. Cree que es lo mejor para todos, que esto ya no tiene arreglo. O quizás es que ninguno de los quiere arreglarlo. Tuvieron la historia de amor mas bonita, se sintieron el uno parte del otro como si fueran uno solo, pero al final, cayeron en la costumbre, como el resto de las parejas. Pensaban que a ellos nunca les iba a pasar, pero el tiempo les ha descubierto el duro azote de la rutina en sus vidas. Con miedo, sabiendo que se acaba eso que le ha importado más que nada en la vida, se acerca hasta la habitación, la que han ocupado durante cinco años. Desde el umbral la mira, y sabe que es lo que tienen que hacer: no pueden seguir juntos por costumbre. Tienen que alejarse y aprender a vivir, por primera vez, sin el abrigo del otro.

- ¿Te vas?
- Si. Lo siento Lucas...
- Pues no lo hagas. Los dos sabemos que es lo mejor.
- Si.. -dice sin poder evitar el tono de decepción y de amarga tristeza en su voz
- ¿A donde vas, con tus padres?
- Creo que irme de casa para ir a parar a la de al lado no es alejarme demasiado, ¿no? -intenta bromear, pero los dos saben que en ese momento, cada palabra cuesta un mundo
-No. Necesito mas espacio. Los dos necesitamos más espacio. Con vernos cada día en comisaría es suficiente. Me voy a casa de Sandra.
- Tampoco es que esté muy lejos.
- Es temporal. Nunca he podido hacerlo, pero creo que es el momento de pensar por mí misma. Me gustaría irme a vivir al centro. -cierra la maleta y con una un amago de sonrisa se dirige a la puerta. Lucas ve como se aleja, y sabe que no puede hacer nada por evitarlo. Pero también sabe que es mejor así.

Un frío traicionero de final de mayo le coge desprevenida cuando sale del metro con la maleta a cuestas. Podría haber cogido el coche, pero hoy le apetecía caminar, confundirse con el gentío y sentirse alguien más entre la multitud. Necesita olvidar por un momento lo que está haciendo.
Se dirige a casa de su amiga, y ella le abre con una sonrisa en la cara y con un abrazo que le hace sentir mejor, y la convence de que ha hecho lo adecuado.

“Llevan toda la tarde viendo la televisión abrazados, acurrucados contra el cuerpo del otro, disfrutando del silencio en compañía. No necesitan nada más. Desde que han vuelto, y de eso hace ya más de un año, pasan mucho tiempo así, sin hacer nada, solo por el placer de saber que están juntos. Pero mientras Sara ve la película, Lucas sigue dando vueltas al deseo que va creciendo dentro de él desde hace un tiempo, y que, cada vez más, necesitaría compartir con Sara. Él nunca había sentido la necesidad de comprometerse, ni siquiera había pensado en ello como remota posibilidad. Pero ya no soporta dormir sin ella, ni que ella no sea lo primero que vea cuando despierte. Ahora ella llena cada rincón de su casa, y cuando no está, él también se siente vacío. Las dudas le asaltan, porque, a pesar de que no hay nada que desee más en el mundo ahora mismo, tiene miedo del rechazo de Sara. A pesar de su madurez, comparte su vida con una mujer de 20 años, y sabe que tiene que dejarla volar, que experimente, que viva y se equivoque. Lo difícil es pensar que algún día ella quiera hacerlo lejos de su lado.
Finalmente se decide a contarle a ella lo que le preocupa:

- Sara, ¿vas a quedarte hoy a dormir aquí?
- Sí –dice mientras hunde su boca en el cuello de él y lo besa con cariño –les he dicho a mis padres que d uermo en casa de Sandra.
- ¿No crees que deberías dejar de poner esas excusas a tu padre? Que Paco no es que sea muy…. Vamos, que tú con tu padre haces lo que quieres, pero …. Joder, Sara, que tiene oídos y no creo que sea tonto. Que ya sabe que estamos juntos.
- Sospecha, cariño. Mi padre sospecha.
- Pues eso.
- Déjame disfrutar de esto, me gusta pensar que hago algo prohibido –Sara sigue viendo la tele y no puede ver como el gesto de Lucas cambia. Lo prohibido, eso es él. El juego de Sara. Su forma de rebelarse contra su padre, su abuelo, y contra todo el mundo.
De pronto se siente como un titere en sus manos, y eso le duele. Está acostumbrado a ser él el que mueva los hilos de todo y de todos, y que con ella, siempre sea distinto, le duele y le inquieta a partes iguales.

- Tú disfrutas, Sara, pero yo no aguanto más.
- ¿Qué? –no es la primera vez que Lucas le recrimina su falta de sinceridad con su familia, pero algo en su tono de voz, o en la forma que se aparta bruscamente de ella y se levanta del sofá, le dice que está vez no es lo mismo. Quizás ha tensado demasiado las cuerdas, y él, se ha cansado.
- Estoy harto de verte en un trastero, de mandar a Mariano a dormir fuera con excusas idiotas. Odio tener que mentirle a todo el mundo, y fingir que no siento lo que siento. No puedo más Sara. Yo necesito cosas…. –está totalmente alterado. Grita. Sara se sorprende al verle así, y de pronto, después de muchos meses, se da cuenta de que solo ha pensado en lo que ella quería.
- ¿Qué cosas?
- Necesito llegar a casa y ver tus zapatos por el suelo, tu ropa tirada por todas partes.
- Eso ya lo tienes.
- Solo los martes y jueves, cuando dices a tu padre que duermes con Sandra porque vive más cerca de la comisaría –reprocha él –Necesito poder besarte cuando estamos en medio de los Cachis y dices algo divertido. Quiero abrazarte delante de todos, y decirles que se equivocaban, que esto no iba a durar un mes como nos dijeron. Quiero ser una pareja, ¿es que no lo entiendes Sara? Quiero dejar de sentirme un puto delincuente por quererte –deja de gritar, y simplemente llora de rabia. Sara se acerca a él, y le coge la cara entre las manos, y con sus dedos pulgares seca cada una de las lágrimas que empiezan a recorrer su cara. Se siente realmente culpable, porque ella siente que necesita lo mismo que él, que es lo que siempre ha necesitado, pero el miedo ha sido más fuerte que ella y ha preferido seguir jugando a quererle.
- Lo siento cariño. Lo siento. Perdoname. He sido tan……
- No. No digas que lo sientes sino lo sientes. No puedes sentir lo que yo quiero que sientas…
- Pero es que yo lo siento. Todo eso que me dices, yo lo siento –se levanta y se aleja un poco de él, para hablar, y confesarle lo que lleva tanto tiempo escondiendo sin que sus ojos puedan recriminarle nada. –Odio dormir en mi cama porque no me abrazas, porque no huele a ti. Y odio esa forma tan tuya de buscarme por la cama por las noches cuando estás dormido porque cuando duermo sola no puedo dejar de echarla de menos. Y odio estar en mi habitación, pensando que tú estás al otro lado de la pared, pero yo no puedo verte. Lucas, quiero estar contigo, siempre. Pero……
- ¿pero….?
- Tengo miedo de agobiarte. Yo siempre te he amado, siempre. Y siempre he sabido que ibamos a estar juntos. Pero tú no Lucas. Sé que me quieres y que te gusta estar conmigo, pero hasta hoy no sabía que querías algo más.
- ¿Cómo no voy a querer algo más si eres lo más importante del mundo para mí?
- ¿Entonces……? –Lucas, sonriendo, y sin una sola lágrima ya, se arrodilla en el suelo. Sara se ríe con ganas, y él se contagia con su risa. Se miran a los ojos y saben que no podrían ser más felices nunca.
- Entonces… Sara Miranda, ¿te gustaría despertar todas las mañanas en mi cama, nuestra cama, abrazada a mí?
- Sí!!
- ¿Te gustaría cepillarte los dientes conmigo todas las noches?
- Sí!!!
- ¿Y te gustaría que todas las cartas que te manda el banco llegarán a esta casa? –Nunca unas facturas tuvieron para los dos tanto significado. Pero los dos saben que han tardado demasiado en hacer lo que tanto desean, y no van a seguir retrasándolo.
- Sí, Lucas. Me encantaría vivir contigo.

Se abrazan de nuevo, y Lucas la zarandea por los aires gritando de alegría. Luego vendría contárselo a Paco, las dudas de suegro, su pegas…. Vendría la mudanza, hacer hueco para sus cosas. Despedir a Mariano. Ver la casa llena de cosas de ella, sus libros, sus pinturas, su ropa…. Fue muy fácil acostumbrarse a tenerla en su vida”

Al recordar el día en que decidieron irse a vivir juntos, Lucas siente una punzada de añoranza por todo el cuerpo. Lo recuerda como si hubiera sido ayer mismo. Pero ya hace cinco años que ella se mudó a la misma casa que hoy, ha decidido abandonar. Intentando dejar de pensar se echa en la cama e intenta dormir. Quisiera poder hacerlo, pero el sentimiento de perdida es demasiado grande. Quisiera llamarla, solo para ver como está. Pero sabe que a partir de ahora, no puede llamarla cuando quiera sin tener excusa. Ahora Sara, ya no es parte de su vida.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Es que me conoces? No sólo estás contando la posible historia de Lucas y Sara.... Esta vez sí que me has dejado sin palabras.
Pequeña.

Anónimo dijo...

Yo lo siento pero no me entra esta posibilidad.En el anterior hablabamos de " Magia " y ahora lo echamos a perder todo ? Nooooo.... imposible !!! lo tomaré como un mal sueño porque no me haría feliz y con solo pensar que todo está perdido al final, ya me empezaría a deprimir y no estoy dispuesta a eso... Que Sara no forme parte de la vida de Lucas y a la inversa sería como si no tuviéramos Luna por la noche.

Besooos

Ayla.

Anónimo dijo...

nose como lo haces... confiesa! eres una ex-gionista de la serie refugiada tras ver que tu historia favorita se va a pique¿

como todos, me encanta este relato, y ahora ees cuando me empiezo a imaginar el posible decenlace hasta que tu decidad darnoslo

espero que este blog continue asi de maravilloso, un beso grande. Tiby

vicky dijo...

OOOOOOOOO precioso chicas, aunque es una pena que hayan cambiado tanto las cosas en cinco años.
No sé como lo haceis pero nos habeis dicho que era un relato largo y una vez empiezas no puedes dejarlo y sobre todo cuando llega el final deseas que no se acabe y necesitas mas.
Enorabuena chicas hos aveis vuelto a superar.

Un besazo mis niñas.

Paula dijo...

Hola!!
Creo que jamás habia pasado por aquí 0.0

Que pedazo de entrada!!!! Está genial.

Por cierto, sobre el capi de ayer llevas/is razón jejje aunque nunca lo había pensado jejee

Un besito

Pauu

Anónimo dijo...

Yo en general tengo mono de relatos vuestros, me encanta como escribís, y me engancho a todos los q vais dejando, así q sea el q sea, mientras nos regaléis algo q leer os lo agradecermos siempre.

Nemrac

P.D.: Me gusta porque, además, esta separación es el principio del relato... ¿es como si hiciésemos las cosas al revés, no? La separación suele ser el final, y no el principio de una historia.

Anónimo dijo...

Que triste suena este relato,esa separacion no me gusta mucho(el relato si,como siempre muy bien escrito)por no decir nada,es qu yo solo los veo juntos y no pienso en que la rutina diaria pueda acabar con un amor como el que ellos sienten,la magia a veces se esconde , pero siempre queda algo guardado en un rinconcito del alma.
Me ha gustado muchisimo leer esos pensamientos de Lucas.
Gracias,como siempre ,un beso.

CHIQUI.

Anónimo dijo...

el relato esta muy bien escrito y cargado de sentimientos pero ...para que engañaros no me gusta la situación,la magia puede ser el principio de una relación,pero no lo es todo,el amor queda y la magia aunque se oculta está en las pequeñas cosas solo si miras atentamente la puedes ver porque si hay amor esa magia permanece siempre,ni la rutina ,ni mil años pueden matarla,así que confio en que este sea el principio de un relato que despues se convierta en un "me he dado cuenta de que a pesar de todo no soy capaz de vivir sin ti,porque eres mi mitad y sin ella no soy nada".
Pero chicas es vuestro relato y me encanta así que escribais lo que escribais aqui estaré yo para leerlo.

un besazo.

LLuvia.

Anónimo dijo...

Ha pasado tiempo de esta historia, eh?

La vida es complicada y no deja tiempo para escribir, pero si algún día tuviéseis tiempo y ganas..... me gustaría ver la continuación. No creo que la serie nos vaya a dar un acercamiento entre Lucas y Sara después de la "gran" crisis de fin de temporada. Pero vosotras..... todavía estais a tiempo. Todavía podéis hacernos creer que lo de Sara y Lucas es tan fuerte..... que a pesar de los miedos, las dudas y la rutina.... todo tiene solución, y se puede encontrar el camino para volver al punto de partida, aquél que estaba lleno de sueños, y donde lo mejor y más bonito....... estaba por llegar.

Un beso.

Adriana.