18 junio 2008

Vivir sin ti; Y no volvio....



Los días han seguido pasando y él cada vez la echa más y más de menos. No debería ser así, debería estar pasándole todo lo contrario: acaso no le han asegurado todos que finalmente te acostumbras a vivir sin alguien y que cada vez cuesta menos acordarte de esa persona que, un día, fue parte de tu vida. Eso es lo que le han repetido, todos, infinidad de veces, pero no es cierto, nada de lo que le han dicho en todo este tiempo lo es. También le dijeron que ella volvería, que se daría cuenta de su error, que terminaría extrañándolo, que amores como el suyo no terminaban, que eran inquebrantables, pero eso tampoco ha pasado. Ella no ha vuelto, al contrario, hace tiempo que empezó a volar sola y, muy a su pesar, parece que se le da bien.

Un mes, una semana y cinco días. Con todas las horas y todos los minutos que caben dentro de tanto tiempo. Al cerrarse la puerta tras ella, él quiso hacerse el fuerte y pensar que podría vivir sin tenerla a su lado, que podría incluso, intentar ser feliz. Se encargó de que todo el mundo supiera que ya no le dolía, que era lo mejor que les podía pasar. Se pintaba cada mañana una sonrisa en su cara y no se la quitaba hasta llegar por la noche, a casa, después de trabajar. Pero hasta eso, con el tiempo, le fue imposible seguir haciéndolo.

Porque ya no quiere fingir. Sabe perfectamente que su vida, sin ella, no significa nada. Y por eso se siente estúpido, por haber dejado que ella se marchase sin habérselo dicho. Ahora, piensa en todos los besos que no le dio en todo el tiempo que estuvieron juntos, en los te quiero que no dijo porque dio por hecho que ella sabía que los sentía, en todas las cosas que compartieron, en un principio, y ahora hace tiempo que no compartían.

Y lo peor de todo es notar su indiferencia. Han tenido que trabajar juntos y actualmente ella le trata como un superior. Toda una vida el uno detrás del otro para quedar reducido a ser su superior, su jefe. Uno mas.

Esa mañana se ha levantado con fuerzas, después de haber pasado la noche más horrorosa de su vida. Hace días que ella se le aparece en sueños y le dice que no va a volver con él y llora, y sufre. Y se despierta y sigue llorando y sufriendo. Y no lo soporta más, tiene que hablar con ella.

- Hola Sara.
- Hola subinspector.
- ¿Se te ha olvidado mi nombre?
- No, subinspector Fernández.
- Vamos Sara, no me jodas. Te he visto desnuda, te he puesto el termómetro cuando tenías fiebre, te he salvado la vida…… ¿y ahora solo puedes tratarme de subinspector Fernández? Solo como tu jefe?
- ¿Es lo que eres, no?
- Claro – y a él se le muere una frase en los labios antes de decirla “porque tú quieres”

Ninguno sabe que decir ahora. Están de pie allí, en medio de la comisaría, con cien pares de ojos alrededor esperando que alguno de los dos diga o haga algo. Pero no dicen nada, no saben que decirse.

- Fernández, a mi despacho.
- Montoya, en diez minutos.
- He dicho ahora – Sin percatarse siquiera, mira con rabia al que ha sido capaz de interrumpir un momento tan importante. Pero que va a saber él de momentos mágicos si tiene un palo en el culo que no le deja ver más allá. Porque es su superior, sino…. Lucas le mira con verdadero asco mientras él se aleja sonriendo y guiñándole un ojo a Sara, algo que sorprende a Lucas y que le deja preguntándose, durante todo puto día, que cojones habrá sido eso.

- Os lleváis muy bien ahora, ¿Verdad?
- Eso no es asunto tuyo –su cara intenta demostrar lo poco que le importa lo que él piense, pero en sus ojos, se vislumbra la felicidad que deja la primera batalla ganada. Lucas está celoso y eso a ella, sin poder remediarlo, la hace inmensamente feliz.


Cabizbajo, vuelve a casa, sintiéndose un completo estúpido. Porque desde que ella se fue, se le han ocurrido muchas preguntas que hacer, tiene muchas dudas, muchos complejos, necesitaría decirle, que ella supiese, tantas y tantas cosas. Pero cuando la tiene delante es incapaz de decirle ni una sola palabra. Y así, cada día, la siente más y más lejos y la extraña mas, mas y mas.

Al principio intercambiaban palabras, cortas, vagas, pero palabras al fin y al cabo. Pero ahora ni eso. Los buenos días por la mañana, y el adiós al final de la jornada.

Y hoy ha visto la sonrisa que ella le dedicaba a otro hombre, precisamente a un hombre que trabaja con ellos, en su misma comisaria, al hombre al que ahora mismo más odia en el mundo. Y eso no hace sino confirmar lo que él ya sabía, Sara ya no siente lo mismo que él.

Vuelve a acostarse en la cama de ambos, y vuelve a soñar con que los brazos de Sara le rodean, o tal vez, tan solo le acarician antes de darle un beso y desearle buenas noches. Tiene que imaginar que ella está para no volverse aún más loco, para no perder la poca cordura que le queda.

El sueño, como cada noche, apenas le dura unas pocas horas, y ya se está despertando empapado en sudor gritando su nombre. Tiene que hacer algo para recuperarla, tiene que convencerse a sí mismo, de que no todo está perdido. De que aun queda alguna esperanza, para el, para ella, juntos y felices.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Continuenlo prontoo!!

Besoos*

Anónimo dijo...

Me encanta esta historia, ver cómo se siente Lucas ahora, saber lo que sueña...
Espero que no se vaya a quedar mucho tiempo pasándolo así de mal.
Un placer leerlo.

Anónimo dijo...

¿Porque le haceis sufrir tanto? pobret meu,que lastimica me da.Ven aqui corazon que yo te cuido jajajjja.
No nos dejeis mucho tiempo con esta zozobra.
Un beso.

CHIQUI.

Anónimo dijo...

Lucas celoso de Montoya? no me lo pierdo yo esto jajajajajjaja la verdad, el pobre está sufriendo pero ya podía haber hablado en su momento y no dejarla marchar... claro tampoco puede retenerla si ella no quiere ufffffff qué dilemaaaaaa!!! Lo que está claro que la quiere con toda su alma y tiene que hacer todo lo posible para reconquistarla de nuevo.

Me he llevado una alegría porque pensé que el anterior era un relato corto y había terminado, la verdad que me quedé chofff con esa despedida, no me gustó nada de nada pero veo que hay esperanzas de ver un final muy feliz.
Gracias princesas por permitir que sigamos soñando... Besoooooos.

PD. Chiquiiiiiiii!!! ya estamos con el apropiamiento? jajajjaajj.

Ayla.

Anónimo dijo...

Precioso niñas!!!! la verdad es que el anterior era muy triste y este ,aunque veamos a Lucas como alma en pena,me da un rayo de esperanza.
Porque él la quiere,porque no puede vivir sin ella y porque celoso como un niño va a ir a muerte a recuperarla............

Me encanta sabeis lo bonito que escribis....Pero sobretodo lo que nos haceis soñar,un besazo grande por dedicarnos tiempo y esfuerzo en mantener nuestra ilusión con esta serie.

Chique que si hay que cuidarlo pa eso estamos todas no???? no seamos egoistas que eso no es de amigas lo bonito que es compartir jeejejjeje.


LLuvia.

Anónimo dijo...

Himara ¿has sido tú, verdad? diosss es que como te gusta torturar a Lucas. ¿Por qué no haces uno en que la tortuta de perderlo sea insoportable para ella?.
Sí soy yo, sabes que no puedo ver sufrir a mi ojito derecho, me supera.
Blue.

¿soñamos? dijo...

Pero, pero, pero..... yo no he sido!!!!!

Laurys ven aquí y da la cara que blue piensa que soy yo la malvada de esta historia y eres tu la que esta haciendo sufrir a Lucas, jejeje,

Pues eso blue que aunque me encanta verlo sufrir esta vez es obra de laurys.

Gracias chicas por los comentarios.

Un besazo para todas.

Anónimo dijo...

Desde luego Laurys...¡¡como te pasas!! pobrico mío siempre sufriendo.
Himara de todas formas, ¿te extraña que pensase que eras tú? porque te recuerdo que tienes antecedentes jajaja. Blue.

Anónimo dijo...

Pues yo puedo ver sufrir un poco a Lucas ( e incluso sentir celos de Montoya ) si nos dais un pizquita de esperanza. ¿ Qué tal una escena que nos los muestre cómplices, aunque cada uno siga en su mundo, y que nos transmita la añoranza que Sara también tiene de él ?

Un beso.

Adriana