Regálame solo esta noche.
Busca su mágnum, en la parte de atrás de su pantalón, y al encontrarla allí, como siempre, respira tranquilo.
Esta al tanto de la oleada de robos que últimamente se están sucediendo en San Antonio, pero jamás pensó que los cacos tuvieran la mala puntería, otra vez, de robar en la casa de dos subinspectores de policía, y mucho menos hoy, precisamente hoy, cuando esta cansado, hambriento y lo único que le apetece es darse una ducha, comer algo e intentar dormir sin que Sara y su cuerpo desnudo, bajo el suyo, lo atormente durante el sueño.
Intenta asomarse por la ventana para ver algo y así hacerse a la idea de cuantos son los que están cometiendo la estupidez de robarle, pero la cortina está echada y dentro, obviamente, todo está a oscuras. No le queda otra, tendrá que entrar, y esperar que no sean muchos. Mariano se ha ido a pasar el fin de semana al pueblo, y Paco está cenando con Lola, así que tendrá que solucionar esto él solo.
Abre la puerta con sumo cuidado, intentando hacer el mínimo ruido posible para sorprenderles, pero al abrir, y mientras apunta con su pistola al supuesto ladrón, el sorprendido es él.
- Sara, coño ¿qué haces aquí?
- Lucas, qué susto me has dado -dice mientras, con la mano en el pecho, intenta calmar un poco, el tremendo susto que se ha llevado -¿Siempre entras así en casa?
- Solo cuando dentro hay alguien a quien no he invitado -lo dice con la mayor chulería de la que es capaz, pero solo lo hace para que ella no note la sorpresa que se ha llevado al tenerla allí, en su casa, después de tanto tiempo. Mira a su alrededor y todo lo que ve le parece totalmente encantador y familiar. La mesa está puesta, el olor de la cena, calentándose en el horno, invade la estancia, las luces están apagadas y en la sala solo se distingue la tenue y calida luz de las velas, todo ello mezclado con el silencio acogedor solo interrumpido por una música suave que, ambos, conocen bien.
Sin poderlo evitar, su imaginación vuela de nuevo hacia tiempo mejores, aquellos tiempos en los que vivieron en la buhardilla, y a Sara le encantaba esperarle con sorpresas parecidas. -¿Cómo has entrado? -lo pregunta por decir algo y por romper un silencio chivato que Sara sabe que significa, pero él sabe cómo ha entrado. Sabe que todo este tiempo ha tenido las llaves de su casa en su bolso, y él jamás le ha dicho nada, con la esperanza de que algún día ella volviese a usarlas.
- Tengo las llaves y quería darte una sorpresa. Pensé que igual, tras de un horrible día de trabajo, tendrías hambre, y como no esta Mariano, no quería que secenaras solo -se encoge de hombros resuelta como si esa situación fuese los mas normal del mundo- Ve a cambiarte, ponte cómodo, en seguida estará lista la cena.
- Pero Sara...
- Ve -ya no le mira. Se dirige hacia la cocina, rezando, implorando, que él no la pida que se marche. Solo una noche, quiere tener una noche con él, una noche para ellos solos, como las de antes.
- Sara no podemos hacer esto -la sigue asustado ante sus propios sentimientos, esto le gusta, le gusta demasiado- Sara, mirame.
- Solo una noche, Lucas. -lo mira a los ojos con una sorda suplica en su mirada- Regálame solo esta noche.
Asiente con la cabeza y se aleja hacia la habitación. Está más nervioso de lo que quiere reconocer y tiene miedo de como puede acabar la noche. Sara tiene novio y no entiende por qué le busca, pero sabe que a él, cuando le buscan, le encuentran y más si se trata de ella, por algo es su única debilidad.
- Huele bien
- Y sabe mejor, ya verás. Siéntate cari… Lucas, ya está listo. Ve abriendo el vinito.
- Ummmmmmmm, esto esta riquísimo Sara -dice sorprendido cuando prueba la pasta que le ha hecho ella de cena. No sabe si en realidad está tan buena como a el le parece o solo le gusta porque lo ha hecho para el, no recuerda que Sara cocinase así, por que es la lasaña más rica que ha probado nunca.
- No se me da mal del todo cocinar. Aprendí a hacer muchas cosas cuando vivimos juntos -le mira pícara y Lucas sonríe travieso también.
Siguen bebiendo y disfrutando de la cena entre risas y confidencias, y más tarde se ponen más cómodos tumbándose en el sofá rojo. Ambos se han regalado una noche sin rencor, sin mal rollo y están disfrutando como hacia tiempo que no lo hacían, con nadie. Recuerdan momentos que han vivido juntos, y esta noche, firman una tregua para recordar solo lo bueno que han tenido, haciendo que los dos añoren con nostalgia lo que más aman y han perdido.
- ¿Alguna vez piensas que hubiera pasado sino me hubiera marchado de la buhardilla para volver con mis padres?
- Antes lo hacia, ya no -miente Lucas. Durante unos instantes se queda callado, pero el vino, el ambiente y la mirada expectante de ella, le animan a continuar - Cuando te fuiste, y muchos meses después imaginaba que nunca habías cruzado esa puerta y que seguíamos allí, sin dinero, sin trabajo, sin familia, pero juntos. Imaginaba que los sábados, viendo películas en el sofá comiendo palomitas no se habían ido, que llegaría el domingo y volveríamos a quedarnos hasta la hora de comer en la cama, hablando, riendo y..... bueno, ya sabes -Sara sonríe y se limpia una lágrima que baña su mirada. Se acerca más a Lucas y se recuesta en su pecho, a la vez que mete su mano por debajo de la camiseta de Lucas y recorre el mapa de su espalda buscando su calor.
- ¿Y qué más imaginabas?
- Imaginaba que nunca te habías marchado.
- Yo también Lucas. Imaginaba que nunca había sido tan idiota para perderte, o que cuando me di cuenta del error, tú todavía querías estar conmigo ¿Te imaginas? Seguiríamos comiendo esas cenas tan horribles y oyendo al vecino de arriba roncar -dice Sara intentando quitar hierro al asunto.
- Si, y ahora tendríamos un perro con la horrible desgracia de llamarse Madagascar
- Es un nombre precioso, no digas que no -ríen recordando todas esas cosas que les hicieron tan felices como si hubieran pasado hace un millón de años. Se recuestan más en el sofá y sin darse cuenta, las risas y las bromas les han acercado aún más el uno al otro, hasta que sus caras casi pueden rozarse y las risas paran de golpe para dejarse llevar el uno hacia el otro. Como si quisieran saborear ese momento, permanecen en silencio, sin tocarse, mirándose intensamente a los ojos, hasta que, sus manos, rodean sus cuerpos para sentirse aún más unidos. Juntan sus bocas en un beso tranquilo, dulce, calmado, que ninguno quiere que acabe nunca.
- Sara, esto no.... ¿Y Aitor? -dice como puede con la respiración entrecortada por el deseo.
- Lucas, puedo explicarlo. No es lo que parece, te lo explicaré todo, pero ahora... ahora no.... -no quiere tener que hablar ahora y romper el momento. Quiere a Lucas, siempre le ha querido y le quiere ahora. Necesita saber que él también quiere estar con ella, que la desea de la misma forma que antes, que siempre, y no quiere que el recuerdo de Aitor y de otros errores pasados pueda estropear el momento.
No dice nada y se deja hacer. Porque, aunque necesita saber en que punto están Sara y Aitor, también necesita besarla. Interrumpen sus besos solo para mirarse y comprobar que lo que están viviendo es real. Despacio le acaricia el pelo, y la cara con sus dedos pulgares, mirándola a los ojos, y algo le dice que debe parar como hizo el otro día, pero su cuerpo, todo él, quiere seguir así con ella, para siempre.
El ruido de unos insistentes nudillos en la puerta les coge por sorpresa, y aunque ella le pide, ansiosamente, que no abra, él se ve en la obligación de hacerlo. Y se levanta del sofá, tras besarla nuevamente, con la intención de despachar, sin ningún miramiento, al intruso que ha osado interrumpir el momento con el que lleva soñando meses, pero cuando lo hace, cunado abre la puerta, ambos ven como Elena, llorando, se echa en brazos de Lucas buscando consuelo y estropeando así una noche perfecta y lo que podía haber sido su reconciliación. Sara, indignada, los observa desde la otra punta de la habitación con cara de fastidio mientras intenta reprimir, con todas sus fuerzas, las ganas de pelea, no puede con Elena, y mientras la ve abrazada a Lucas llega a la conclusión que no va poder jamás, y eso que todavía no sabe, que este, gracias a la molesta interrupción, ha vuelto a recuperar la cordura. Con las luces encendidas, sin música y con Elena llorándole en el hombro, Lucas solo puede pensar que menos mal que no ha pasado lo que iba a pasar, porque Sara tiene novio y él....... él tiene que olvidarse de ella de una vez sino quiere seguir sufriendo.
12 comentarios:
caray con la elenita, que inoportuna por dios ¿no tenia otros brazos en los que echarse a llorar? ale ya nos ha fastidiado, aver la reaccion de sara, ¿que hara ahora?
gracias por continuarlo, se echaba de menos. un beso a las dos.
Ola wapas !! parece que el momento sofá en casa de Lucas nunca va a acabar bien , primero paco y ahora elena :S , Si esk son de inoportunos :( .Parecía que todo iba a salir perfecto , la mejor reconciliación , y toma poli desconsolada ejej . Un beso guapas gracias por seguir imaginando . Un besito !
susi
¡¡¿SE PUEDE SER MÁS INOPORTUNA?!!
A ver que .... le pasa a ésta para que tenga que venir a llorarle a Lucas a estas horas de la noche?
No creo que Sara se tome muy bien dos interrupciones en un mismo día...
Cri_s
Me parece a mi que se os está contagiando la "mal milk" de algunos creativos.....¿noooooooooo?.......
...¡¡¡¡¡Señor, ...señor, .....y esto solo acaba de empezar,....¡¡¡¡¡
¡¡¡¡Virgencita del camino seco, ateiende nuestras plegarias, e intercene por nosotros y nuestra necesidad de frio y lluvia,....que con el cambio climatico, solo apostamos por la chaquetita,....y a este paso volveran a florecer los almendros cuando no deben......¡¡¡¡¡
Rosa (rfc-lhdp)
ohhhhhhhhhh que mierditaaa joooo me encanta el relato y me tienen enganchadisima, que ganas tngo de q lucass sepa la veeeerdaaaaaaadd xfavor no tarden n coentinuarr
tiby
¡¡¡ Que nos quedamos sin leer el empotronig !!! La Elenita de los güitos se podía haber ido a llorar a la Virgen de los Milagros.... y este Lucas siempre socorriendo al más tonto.....
¡¡¡ Que le vamos hacer !!! si estamos acostumbradas a sufrir !!!
Ayla
me declaro en huelga de postear en este blog hasta que no lea en este puñetero relato que elenita de los cojones ha dejado de dar por saco...ea!! ay lo habeis conseguido!!!
rayma...a lo tita cervera y encadenada al banner del principio del blog.....NO A LA ELENITA, NO A LA ELENITA!!!
¡Pues sí que es inoportuna Elena! ¿No conoce a nadie más para ir a llorarle en el hombro?
Si sigue así, me encadeno con Rayma.
eso, dora, tu apoyame, y chicas, hagamos fuerzaaaaaa!!!!!!
rayma...por lucas y sara sin estorbos incluso en los relatos.....
Oye Rayma, encima que te encadenas y nos haces tapón convences a las demás para que te sigan???
Dora, Rayma, tener piedad con Elena, que al final seguro que nos trae cosas buenas, ¿cuándo sea la novia de Lucas??jajaja.
besitos chicas, gracias por pasaros y comentar
eso no vale chicas sois muy malas espero que sara sigue reconquistandole y que lucas se deja llevar no quiero mas intereupciones y elena me estoy empezando a cabrear cone ella
clara
Esto es la leches si no es el Pacos interruptus, ahora la Elena. Espero que esta niña le diga pronto a su hombre que no quiere nada con el becario, que quiere estar con él, que quiere que le regale no una noche, si no millones de noches con él.
Publicar un comentario