21 agosto 2011

Está preparada para hablar con él. Apenas quedan unas horas para el concierto y aunque le ha suplicado, rogado, pataleado e incluso berreado a su padre, este no se ha bajado del burro. O va con Lucas o no va, así de claro. Y a ella que quiere ir al concierto sea como sea, no le queda otra que intentar convencer a Lucas para que la acompañe. Opina, sin dudarlo, que es un precio demasiado caro pero quiere conocer a Dani Martín y que pueda o no pueda hacerlo depende de ese idiota descerebrao.

Intenta darse ánimos mientras se viste. Va a ir y lo va a convencer con sus mejores armas. Sabe que no va a ser sencillo, pero también sabe que puede conseguirlo, al fin y al cabo es solo un hombre, no es un ogro que se la vaya a comer.

Mientras, el susodicho camina por el salón de su casa sin saber por donde empezar. Sábado por la mañana y una vez más le toca a él la limpieza mientras Mariano hace la compra semanal. Odia limpiar, pero no por el hecho de hacerlo, si no por que nunca sabe por donde empezar. Se pone a pasear de una habitación a otra dando vueltas decidiendo que hacer primero, y cuando se da cuenta ya han pasado un par de horas y la casa sigue igual; Manga por hombro.

Oye tocar y se dirige a la puerta, a través de la cortina se distingue su silueta, aunque sabe que es ella incluso antes de acercarse a esta. Lleva días esperando su visita y esta preparado, por nada va sucumbir a su petición, por nada.

S- Hola
L- Hombre mi simpática vecinita. Que, ¿vienes a ver si hay alguna amiga en mi casa para poder desahogarte a gusto? -sigue cabreado con ella por la escenita de la cena. No es que Claudia le importase demasiado, pero no quiere que nadie trate así a sus amistades y menos una niña consentida.
S- Lucas yo…
L- ¡¡¡¡No!!!!
S- Pero Lu...
L- No Sara… ¡¡¡no!!!
S- ¡¡¡¡Pero si no sabes que te voy a decir!!!!
L- ¿Ah no? –la niña debe pensar que se cayo de un guindo si no lo cree capaz de imaginar que lo quiere es que la acompañe al concierto
S- Vengo a disculparme, siento lo de Claudia, yo…
L- ¿Qué?
S- Que lo siento.
L- ¿Cómo dices que no te oigo?
S- Vale Lucas, vengo en son de paz. Sé que me pasé con tu amiga, y le pediré perdón si tú quieres.
L- ¿Ahora? Gracias, pero no.
S- pero tito…
L- Ahhhh, ¿vuelvo a ser tito? ¡¡Conmigo no cuentes!! Después de lo de la otra anoche, conmigo no cuentes Sarita… ¡para nada!
S. Se que me pasé. Pero no sé, no me gusta que traigas a tus amiguitas a mi casa. Me ponen mala.
L- ¿Estás celosa?
S- ¿Qué dices idiota? -Suelta sin darse cuenta de que tiene que suavizar el tono- Lucas, No son celos, es que no quiero conocer cada semana a una chica nueva y que luego ya no vuelvan a venir por aquí. También me porté mal contigo Lucas, lo sé y lo siento. Pero es que siempre me estás hablando mal, ¡tú me provocas!
L- ¿Qué yo te hablo mal Sara? Que yo te provoco? ¿Yo? que coño me estas contando? Si eres tú la que siempre estás pinchándome. Antes no eras así, antes… -se mesa el cabello con las manos, el tema le duele, le duele mucho- antes me querías. Yo era tu tío y no llevábamos bien.
S- Bueno, de eso ya hace mucho tiempo.
L- Pero quiero saber por qué Sara, por qué ya no confías en mí… ¡dímelo!
S- Eso da igual ahora Lucas -sin pretenderlo, vuelve a recordar aquella escena. Recuerda lo feliz que se sintió en ese momento y lo desdichada que se sintió después. Recuerda lo mucho que le había dolido su desprecio y como juró que él no se iba a volver a reír de ella jamás.
L- Joder, Sara no da igual. No puedes dejar todo a medias, coño. Quiero saber que hice, quiero saber porque te comportas así. ¿Como te dañé?
S- Tan importante te crees que piensas que puedes haberme hecho algo que me haya dañado… Joder, eres…
L- Dime Sara, dime que soy.
S- Da igual Lucas. Yo solo venía a pedirte perdón. Y a pedirte un favor. Ya sabes lo que dijo mi padre sobre el concierto, solo me deja ir si me acompañas. Y Lucas, de verdad que tengo muchas ganas de ir. Irán todos mis amigos, toca mi grupo favorito… Puedes traerte a tu amiga Claudia y así le pido perdón en persona.
L- Creo que mi amiga Claudia no tiene ni pizca de ganas de volver a verte Sara y a mí tampoco, gracias a ti.
S- Bueno, tampoco te gustaba tanto, ¿no Lucas? Te hice un favor, la mujer esa era tonta de remate. Pero puedes traerte a otra.
L- Uy mira, que maja eres Sarita. Ahora te interesa que tenga amigas. Ahora no te importa conocer a mis amigas, ¿no? Pero… ¿cómo puedes tener tanto morro? ¿Después de todo lo que dijiste en la cena?
S- Jo, Lucas a mi tampoco me hace gracia ir contigo, ¡pero mi padre no me deja ir si no vas tú!
L- A ti no te hace gracia… a mi tampoco, asunto resuelto.
S- ¡¡¡Pero yo quiero ir!!!
L- Y yo prefiero que me entierren palillos bajo las uñas antes que pasar una noche contigo, ¿lo entiendes ahora?
S- ¡¡¡cuando quieras!!!
L- ¿Qué?
S- los palillos, si me acompañas, cuando tú quieras…. Que yo no critico los gustos de nadie. ¡Hoy por mí y mañana por ti!
L- ¡Estás loca!
S- ¡Y tú eres idiota!
L- Y tu una niñata malcriada, caprichosa y consentida y por eso mismo, no voy contigo ni de aquí a la esquina. No después de lo que me dijiste.
S- ¡Pero Lucas ya te he pedido perdón!
L- Claro la niña pide perdón y ya tengo que hacer lo que ella quiera. Pues no Sara. Las cosas no funcionan así. Que a mí no me puedes manipular como a tu padre.
S- Lucas eres un…. No sé si quiera porque he venido a hablar contigo. Está claro que eres un egoísta y un rencoroso. Como vas a hacer tú algo por los demás si solo eres capaz de pensar en ti mismo. Eres despreciable.
L- Mira, al menos voy a conocer todo lo que piensas de mí realmente.
S- ¡¡Ah!! ¿Que quieres saber lo que pienso de ti realmente? Pues yo te lo voy a decir. Eres un egocéntrico, un engreído y un vanidoso. Te crees mejor que nadie. Eres… -está realmente cabreada. Grita, llora. No le aguanta, no puede soportarle. Y gracias a su padre ha tenido que venir a suplicarle y mira él como se comporta ante ese hecho. Como un capullo. -Te crees que todas las mujeres caerán rendidas a tus pies tarde y temprano y lo que no sabes es que una mujer medianamente inteligente jamás se acercaría voluntariamente a un hombre como tú ¿Y sabes algo más Lucas? Que… -Lucas se levanta de pronto. Sara vio como se acercaba a la cocina mientras la miraba divertido. Esta disfrutando al verla así. El muy cabrón la ha provocado para sacarla de sus casillas una vez más- ¿Dónde vas? –lo sigue con la mirada- Y encima de todo eres maleducado y no escuchas cuando te hablan.

Sara se levanta y se dirige a la puerta. Ya encontraría otra forma de ir al concierto, pero no va a permanecer con ese tío ni un minuto más. Cuando ya se va a ir le oye:

L- Sara
S- ¿Qué? –dice de mala gana mientras se da la vuelta para mirarle.
L- ¿Hacemos un trato?
S- ¿Que trato?
L- Tu quiere ir al concierto mas que nada, ¿si o no?
S- Si
L- Pues tú haces algo por mí y yo te acompaño al concierto… me lo debes, ¡T u me jodiste lo de Claudia!
S- ¿Y…?
L- Es justo que ocupes su lugar y…
S- ¡Eres un cerdo…!
L- ¿Qué?
S- ¡¡¡No voy a acostarme contigo!!!!
l- ¿Estas loca?
S- ¡No vas a tocarme ni un pelo!
L- ¿Pero que coño me estas contando? Eres una niña, ¡yo nunca te tocaría un puto pelo! ¿Qué te crees que soy, un asaltacunas?
S- ¡¡¡¡No, tú nunca me pondrías una mano encima!!!! Lo olvidaba… al parecer ambos tenemos muy mala memoria. ¡¡¡Que idiota soy!!! -se dirige resuelta a la puerta, no va a suplicarle que la acompañe, no va a ponerse a su nivel. Es un mentiroso, un hipócrita y un embustero.

Está encorajinada. Él parece haberlo olvidado pero ella lo recuerda vivamente. Lo recordó durante mucho tiempo. Durante mucho tiempo lo guardó como su tesoro más preciado. Durante mucho tiempo vivió por y para él. ¡Incrédula!, ¡Estúpida incrédula!

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