Se mira al espejo de un lado, del otro y esa tampoco le convence. Se ha probado ya todas sus camisetas y con ninguna se siente del todo satisfecho. No entiende porque esta así si, normalmente, no presta mucha atención en la ropa que se pone, pero hoy quiere estar presentable… encima que le toca ir a un concierto con un montón de adolescentes no va a ir dando la nota.
Finalmente se pone una camiseta azul y sus vaqueros favoritos y al mirarse al espejo no se disgusta del todo. No le apetece nada ir al concierto con esa niñata mimada. Va por hacerle el favor a Paco, pero soportar a Sara durante toda una noche le parece insufrible. Lo tiene claro, clarísimo vamos; Como la niña se ponga tonta vuelven a casa corriendo. No le va a pasar ni una. Al otro lado de la pared Sara también se mira al espejo decidiendo que ponerse. Esta dispuesta a arrasar esta noche aunque lleve a Lucas pegado a su espalda. No dejara que el descerebrado imbecil le amargue la noche. Va a pasarlo bien. Minifalda vaquera, botas altas y camiseta de tirantes enseñando el ombligo; el pelo ondulado y suelto; Colorete, sombra de ojos, brillo en los labios. Esta rompedora y lo sabe. Sale de casa con paso decidido y se para frente a la puerta de Lucas. Maldice de nuevo a su padre por hacerle ir con el al concierto y esta tentada, mirando hacia la puerta de su vecino, de pasar de largo e irse sola. Pero no puede hacerlo, su padre ya esta demasiado cabreado con ella. La ha amenazado con presentarse en la sala caracol con toda la comisaría en pleno y además no quiere forzar otra discusión, aparte de que, no va a perderse la oportunidad de conocer a Dani Martín ni de coña. Abre la puerta con desgana, pero al verla algo dentro de él se remueve. Sin estar preparado para ello siente que tiene delante a la mujer más maravillosa del mundo; lo que lo deja en estado de shock. Sara esta increíblemente guapa, sensual. A pesar de que sigue teniendo ese toque infantil que lo volvía loco ya antes. Ahora ya es toda una mujer, la mira de arriba abajo asombrado por lo que ve; Una mujer con unas piernas larguisimas, un cuerpo de infarto y una boca que invitaba a besarla a todas horas. S- Eh tú, idiota ¿Te has dormido con los ojos abiertos o que? -Sabía que él la ha repasado de arriba a abajo. Había notado como había cambiado su expresión al verla delante de él. Sabía que en ese momento la deseaba. Pero él, por mucho que quisiera, jamás la iba a tocar, por mucho que ella, hipotéticamente, lo deseara. Ya había dejado claro, aquella vez, que a su lado era tan solo una niña, tan solo era la hija, de su mejor amigo. L- Niñata, tú siempre tan agradable. -sacude la cabeza para despejarse- Más vale que me trates como más cariño Sarita, o te devuelvo a tu casita con tus papis antes de las 10. Ella cierra la boca inmediatamente. No va a arriesgarse a cabrearlo después de la limpieza de la casa y el coche. No puede hacer, a pesar de apetecerle mucho, que Lucas se mosquee y la deje sin concierto. Le sonríe inocentemente y pasa por su lado hacia las escaleras: ya podría molestarle más tarde, había mucha noche por delante todavía. En el trayecto hasta la discoteca en el coche de Lucas, Sara se divirtió. Se puso de pie encima de su asiento y abriendo los brazos, sintió como el aire le goleaba en todo el cuerpo y la sensación de libertad la hizo gritar, cantar. Miró a Lucas esperando que éste le pusiera mala cara, pero se encontró que él tenía una gran sonrisa y que también estaba disfrutando. Los dos estaban pensando que hacia mucho tiempo que no iban juntos en el coche y recordaron como, hacía años, el siempre la recogía del colé y se la llevaba en su coche a conocer sitios, y ella feliz, se acurrucaba en su cuerpo mientras él conducía. Recordando viejos tiempos, con nostalgia, llegaron a la discoteca donde se celebraba el concierto y al salir del coche, unas amigas llamaron a Sara, que al ver de quien venía acompañada, no esperaron ni a que se bajara de este y se acercaron rápidamente al coche comiéndose a Lucas con los ojos. Clara- Pero bueno Sara, ¿con quién has venido? S- Este es Lucas es.... es un amigo. Andrea- ¿Y Fernando lo sabe? ¿Lucas, tú sabes que Sara sale con Fernando?- Sara se cabrea y la mira mal. Andrea y ella habían sido amigas, no las mejores, durante algún tiempo, pero un día después de una discusión tonta, Andrea le había dicho que no quería volver a saber nada de ella nunca y al día siguiente se la encontró besando al chico que a ella le gustaba en el baño de las chicas, en el instituto. De eso habían pasado meses, pero ella todavía estaba resentida y más después de comprobar que Andrea, ahora, también iba detrás de Fernando S- Andrea rica, lo que Fernando sepa o deje de saber es problema nuestro. Deja de meterte en mi vida y arregla primero la tuya que te veo muy solita hoy ¿No has engañado a ningún bobo esta noche para que te acompañe? A- Por lo menos yo no tengo que venir con niñera!!!!!!! Tu papa no confía en la niñita… ehhhh Sarita!!!!! S- Mira idiota, te meto un guanta.. Lucas le agarra del brazo antes de que pueda pegarle a la tal Andrea. Aunque la niña tiene una mala baba de cojones, no puede consentir que Sara caiga en su juego y se deje provocar. No quiere que lleguen a las manos, y ambas parecen más que dispuestas a ello. Por eso la empuja entre la gente y la lleva hasta la puerta donde el portero, un ropero de cuatro puertas, le pone la mano delante y le prohíbe la entrada a Lucas, ya de por si bastante mosqueado. Lu- Que coño te pasa? Por: No puedes entrar en la sala armado!!!! Lu- Que???? Por: O la dejas fuera o no entras!!!!! Lu- Mira imbecil… -le enseña la placa- soy subinspector de policía y no voy a dejar mi arma en ningún sitio. Ya te he dado las entradas…. O te quitas o te quito. Por: vale… tranquilo!!! Lu- Y la próxima vez que veas a alguien armado, llama a la policía en vez de invitarlo a dejar su arma en el coche como si fuese lo más normal… no te jode!!!!! Entran, Lucas la lleva del codo y ella lo mira de mala manera. No se percato de que el llevaba la mágnum hasta que el portero lo dijo llamando la atención de todo el mundo, joder, por una noche podía haberla dejado en casa. Lucas mira la sala desde lo alto de la escalera. La discoteca es grande y esta llena hasta los topes. Juntos se dirigen al fondo y se instalan al lado de la barra. Sara, según llegan, lo deja solo y se va con un grupo de unas diez personas, y Lucas se siente viejo al instante. Dobla la edad a todos los amigos de Sara y si se apura a todas las personas que están en la discoteca en ese momento. Al menos, se consuela arrepentido de haber aceptado a acompañarla, se ha podido sentar en una mesa y esta cerca de la barra; Aunque luego tuviesen que volver a casa en taxi va a beber algo. Sara lleva horas bailando al ritmo del canto del loco sin acordarse para nada de el, cuando se acerca a la barra para pedir algo de beber. Una vez al lado de Lucas, no puede dejar de sentir cierta ternura por él: parece muy aburrido, está solo y mira distraídamente su copa. Se acerca para hablar con él; convenciéndose a sí misma de que se tiene que mostrar simpática para agradecerle el esfuerzo de haber venido hasta allí con ella. Pero no puede, es verle y que la rabia se apodere de ella y que todo el odio acumulado en todos esos años salga a relucir S- Hola Lucas, ¿qué tal lo pasas? L- Bien, bueno, no está mal S- ¿No bailas? Demasiado mayor para intentarlo siquiera, ¿Verdad? L- Porque no me he puesto Sarita, -intenta sonreírle, lleva horas viéndola bailar y los celos se lo comen- que si quisiera... S- Claro, pero si no hay alguna chica revoloteando a tu alrededor no te sientes cómodo, ¿no Lucas? L- Yo no necesito a nadie Sara. De todas formas, aquí hay mucha niñata -dijo mirándola con intención de que se diera por aludida. S- Y mucho idiota suelto. L- ¿Te refieres a tu noviecito? Por cierto Sarita, deberías vigilarlo mejor- lo señala con la cabeza. S- Yo no tengo que vigilar a nadie porque Fernando... -pero de pronto lo ve. En medio de la pista Andrea baila contorneando sus caderas muy cerca de Fernando, mientras éste divertido la agarra por la cintura mientras la acerca más y más contra su pecho. Sara explota de celos y de rabia y se dirige hacia donde se encuentran dándole a Lucas la copa para que se la sujete. Lucas la teme, más cuando se da cuenta de que la copa no solo lleva coca cola como ella le había dicho. S- Que, ¿os divertís? No os habré interrumpido, verdad? F- Sarita, cariño, te estaba buscando. S- Pues no sé que te ha hecho pensar que podía estar en los pechos de esta guarra A- A ver, a quien llamas tú guarra niñata S- Guarra llamo a las chicas que se dedican a restregarse en mitad de una discoteca con el novio de otra. Ósea a ti!!! A- Mira, si yo he bailado así es porque tu novio estaba disfrutando tanto como yo. Será que le gusto más…. S- Serás.....-va a darle una bofetada cuando siente que un brazo la agarra con fuerza desde atrás y tira de ella para que se separase apretandola contra su propio cuerpo, es Lucas, su loción se lo dice. -Lucas, ¿qué haces? Déjame que le de a esta pedazo de guarra lo que se merece. L- Sara, estas locas? tú no le vas a pegar a nadie. Ven conmigo. Como puede la arrastra hasta la mesa donde habían dejado sus cosas e intenta calmarla, aunque en ese momento lo que de verdad tenía ganas, era de matarla ¿Cómo podía estar tan loca? Cuando iba a decirle cuatro cosas Fernando se acercó hasta allí y le pidió a Sara que le acompañase fuera, un momento, que quería hablar con ella. Y aunque el no estuvo de acuerdo, Sara se marchó sin darle tiempo a rechistar. Se sienta solo, otra vez; desde que Sara vuelva se las piran de ahi pero a la de ya. Mira hacia la puerta decidiendo si salir a buscarla cuando una morena que ya lleva rato poniéndole ojitos hace intenciones de acercársele. Si, quizás eso es lo que el necesita…. Cuanto hace que no…. Cinco días, ufffff, muchos dias… le sonríe a la chica y se levanta para acercarse a ella cuando ve a la niña entrar por la puerta de la discoteca y pasar entre la gente sin esperar a que se aparten. Parece mosqueada, y temeroso de que pueda hacer alguna otra locura o que le de por liarse a tortas con la amiga, corre a buscarla. L- Sara, Sara ¿Dónde vas? S- Déjame en paz Lucas, no estoy para tus tonterías ahora. L- Sara... no te habrá hecho nada ese novio tuyo, ¿no? S- Ese…? Ese poco va a hacer ya L- ¿Qué le has hecho Sara? S- Dejarle, mandarle a la mierda… por jilipoyas; Por haberse liado con esa guarra estando conmigo. Cuando se levante del suelo vendrá corriendo a pedirme perdón… ya lo veras!!!!! L- ¿Levantarse del suelo Sara? Donde esta? Definitivamente tu estas loca niña!!!!! S- Loca?, No.... -niega con la cabeza- Nadie juega conmigo y se va de rositas Lucas. Nadie. Lucas está deseando preguntar, saber que ha pasado, pero antes de que pueda reaccionar, Sara se suelta de su brazo y se aleja entre la gente; él solo puede ver desde lejos como ella ha conseguido meterse por una puerta que supone es... el camino hacia los camerinos. |
21 agosto 2011
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