Lucas, estas ahí…
Lo mira confundida, se ha quedado atónita, petrificada, confundida, estupefacta. De veras esa voz pertenece a quien ella cree que pertenece. No, no puede ser, no puede ser que esa persona este tras esa puerta buscando a Lucas. De seguro le esta jugando una mala pasada su subconsciente. Lo contrario seria imposible.
Lu: Joder!! –Se cabrea por la interrupción pero al instante la mira levantando las cejas, la situación lo divierte- Tenemos visita.
Sa: No puede ser… es…?
Lu: Claro que es!!! No vas a saludarlo?
Sa: Eres imbecil? Claro que no.
Lu: En serio no le vas a dar dos besitos al tito? –se ríe de su propia gracia- al tito… lo pillas?
Sa: Eres un capullo y un gilipoyas!
Mo: Lucas, estas? –hace ademán de abrir la puerta pero Lucas se lo impide mientras la mira interrogante esperando su reacción.
Sa: -Busca a la desesperada, y el lo nota, un lugar donde esconderse- Joder….
Lu: Debajo de la mesa… Me cago en la puta…. Escóndete de una vez!
El único sitio que encuentra para esconderse es, tal como le indica el, bajo la mesa, como mucho tiempo atrás Lucas, y ella misma, descubrieron, que en un despacho no hay más opciones que valgan. Apenas tarda unos segundos, tras recuperarse de la sorpresa, en desaparecer de su vista, pero en ese tiempo Lucas se ve obligado a bloquear la puerta con su cuerpo para que el visitante inesperado no pueda entrar.
Lu: -Por fin abre la puerta- Que pasa tío? –Se saludan con un cariñoso apretón de manos- Esta puerta se atasca…. Tengo que pedir que vengan a arreglarla.
Go: Que pasa? –le corresponde al saludo mientras mira a un lado y a otro del despacho- Si no fuese por que he visto a tu chica abajo, juraría que estabas teniendo un affaire amoroso aquí dentro…
Lu: Si claro, en la comisaría de su padre…. Crees que estoy loco?
Go: Joder, he oído hasta gemidos…
Lu: Tú tienes un problema ehhhhh….
Go: Que no joder…. Que he oído voces y gemidos… que lo podría jurar.
Lu: Pues como ves… estoy solito.
Go:-Gonzalo se encoje de hombros bastante seguro de lo que oyó- Y?
Lu: Pues que…. Espera… no pensaras que yo… que yo… estaba teniendo una fiestecita privada, no? Venga, no me estés jodiendo Montoya!
Go: He oído gemidos femeninos…. Creo que me estoy volviendo loco –Lucas asiente con la cabeza- Es la abstinencia tío… me esta matando… Seis meses de embarazo sin catarlo…. -suena tan abatido que Lucas se ríe de el sin disimular- Y dicen que a las mujeres les sube la libido, pues será a las demás, por que la de la mía esta por los suelos y mira que antes era una fiera en la cama, era apasionada, sensual….
Lu: Tú eres consciente de que estas hablando de mi ex-mujer, verdad? Y que por consiguiente puedo visionar tus palabras, no?
Go: Serás capullo! Pero mira…. Yo he imaginado a tu novia desnuda, así que… –se aleja un poco huyendo del supuesto enfado de Lucas, ante sus palabras, pero este no tiene lugar.
Lu: Si, tu y media España…. No te jode??? Es lo que tiene que tu chica salga en ropa interior en las revistas….
Go: Y te parece bien? –Esta flipando ante la actitud de Lucas- Joder macho… quien te ha visto y quien te ve!!!!
Lu: Gonzalo no soy su dueño… no ando fiscalizando lo que hace o deja de hacer…. Y deja de joderme o no te la presento…. No quieres conocerla?
Go: No se…. Si alguna vez, cuando vuelvas a ser Fernández, coincides con Silvia…. Le contaras que conocí a Cocó Luisan?
Lu: Por supuesto!!!! –Se alegra muchísimo de que ellos sean felices- será lo primero que haga.
Go: Entonces si!!!! –Van saliendo del despacho entre risas- Oye, y por que me pegaste la negra anoche…
Lu: Tío, En dos meses que hace que fui a dar contigo -lo dice con toda la intención para que Sara lo oiga- es el primer miércoles que no jugamos al billar, Joder…. mi novia esta en Madrid…. Que esperabas?
Las voces se interrumpen cuando se cierra la puerta y despacio sale de debajo de la mesa, completamente aturdida, y se sienta en la silla sin ser consciente en realidad, de lo que esta haciendo. Jamás se le hubiese ocurrido que Gonzalo supiese del paradero de Lucas y mucho menos que fuesen tan amigos, tan coleguitas, tan…. cómplices.
Dos meses, dos meses hace que Gonzalo sabe que Lucas estaba en Madrid y no le había dicho nada a ella. Acaso pensó que no querría saberlo, o que no necesitaba saberlo.
Por un instante sonríe malévola, la idea de contarle a Silvia lo que de verdad piensa su marido de su forzada abstinencia, la seduce sobremanera. Su tía iba alardeando de lo admirablemente que Gonzalo llevaba su retiro sexual y seguro que no le gustaría saber con quien estaba en este momento.
Sopesa la idea, pero la desecha enseguida, le ha fastidiado ver a Gonzalo con Lucas y saber que el esta al tanto de la vida de su marido pero fastidiando a Silvia no va a sentirse mejor, además, le debe a su tía el apoyo que le dio cuando sus padres la internaron. Ella y Gonzalo se opusieron a la idea aunque finalmente no pudieron hacer nada para impedirlo.
Sigue dándole vueltas a la cabeza mientras los minutos pasan lentamente, uno tras otro y tras otro más. Espera impaciente, mientras camina por el despacho en círculos, a que Lucas vuelva para decirle que ya puede salir, marcharse, sin que Gonzalo la vea, pero hace ya más de quince minutos que fue y este no regresa. Sin saber muy bien como, deja de caminar y acerca hasta la silla donde se deja caer enfadada. Le hierve la sangre de rabia y de celos, seria posible que se hubiese olvidado que ella seguía en su despacho. Mira su reloj nuevamente, los minutos siguen pasando y Lucas no aparece, Su cabreo se acrecienta por momentos y sin pensárselo abre el primer cajón de la mesa y se pone a curiosear su contenido. Esta tan concentrada curioseando que de un cajón pasa al siguiente. No hay nada interesante, salvo dossier y archivos que obviamente no le producen ningún interés, pero al abrir al tercer cajón, siente como su corazón, por un breve espacio de tiempo, se le para en el pecho. Para su infortunio se ve a si misma mirándose sonriente desde una foto de su boda. Confundida coge la foto en sus manos y la mira aturdida. Por que guarda Lucas la foto de su boda. Por que si según el había sido un error, una gilipoyes.
Movida por un hilo invisible, cual marioneta, pasea sus dedos lenta y dulcemente por la imagen de Lucas, contemplándolo extasiada, habían sido tan felices esos días, se habían querido tanto. Inconcientemente abraza la foto contra su pecho mientras una lágrima furtiva resbala por su mejilla, y los recuerdos de su boda se le presentan nítidos ante sus ojos cerrados.
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