30 octubre 2011

Doble Mascara; 9º

Ai: Sara me estas escuchando?


Por primera vez en dos meses, en dos malditos meses en los que casi no había podido mirar a su novio a los ojos sin sentirse avergonzada, en los que apenas había podido conciliar el sueño por las noche sin evocar las imágenes de su ultimo encuentro con Lucas, sintiéndose por ello una traidora infiel, en los que cada caricia de Aitor sobre su piel se le antojaba mas fría y mas rastrera y en los que daba gracias diariamente, cada noche al acostarse, por haber conseguido mantener su farsa, un día mas, por primera vez en todo ese tiempo, escucha a Aitor, perpleja y atentamente, plenamente consciente del problema que se le viene encima y a la misma vez sintiéndose afortunada por estar manteniendo esa conversación por teléfono y no cara a cara.


Sa: Que? Ehh si Aitor, claro que si
Ai: Llevas unos días como ida, seguro que te encuentras bien?
Sa: Si… me encuentro bien, solo… 
Ai: Entonces… que te parece la idea?
Sa: Pues….
Ai: Es genial…. Ya es hora de que mi padre y mi hermano conozcan a tu familia, no? y que mejor momento que en su fiesta de cumpleaños!!!
Sa: Pero… un cumpleaños es algo íntimo y…
Ai: Sara es un cumpleaños, una fiesta de cumpleaños… las fiestas nunca son intimas.
Sa: Ya, pero… Y lo sabe tu padre y tu hermano?
Ai: El que?
Sa: Que piensas invitar a mi familia a su fiesta?
Ai: Sara, de fiesta sorpresa, que parte no has entendido? Fiesta o sorpresa?
Sa: Pero Aitor…
Ai: Podríamos alquilar el salón de un hotel e invitar a todos, tus padres, tu abuelo, Silvia y Gonzalo, Mariano…. 
Sa: Cariño pero tu padre y tu hermano querrán estar con sus amigos, no con los míos, que además ni siquiera conocen.
Ai: Obvio, y también los voy a invitar a ellos… se lo diré a su novia para que ella invite a quien crea conveniente… A Lucas no le gustan mucho las fiestas, por no decir que no le gustan nada pero no es culpa mía que cumpla el mismo día que mi padre…. Además, 55 años no se cumplen todos los días y mi padre se merece un homenaje….


El nombre de Lucas y la mención de su novia le hace dar un respingo; tenían que haber supuesto ambos que este momento llegaría, Aitor llevaba mucho tiempo insistiéndole para que por fin los Miranda y los Carrascos se conociesen e intuía que, o mucho se equivocaba, o en esa fiesta de la que su novio hablaba con tanta ilusión y vehemencia, le iba a pedir que se convirtiese en su esposa.


Ese pensamiento le hace reprimir una carcajada histérica, por un momento imagina la escena, Aitor, Lucas, la novia de este, su familia, y su suegro y futuro suegro, en el mismo reducido espacio, observando emocionados unos y confusos otros, su emotiva pedida de mano… ciertamente seria algo, como mínimo, grotesco.


Como puede, sin que se le note su nerviosismo, habla un rato mas con Aitor, sin prestar mucha atención a la conversación, con una sola idea en la cabeza, tiene que poner a Lucas sobre aviso, entre los dos tienen que buscar un pretexto para que esa fiesta no se celebre. O por lo menos para que su familia no este presente en ella.
Según cuelga el teléfono, coge su bolso y sale de su apartamento, camino a la comisaría de Chamartín, hecha un manojo de nervios. Se engaña a si misma convenciéndose de que el hecho de volver a ver a Lucas no la afecta para nada pero su traicionero corazón no opina igual que ella.


Tal como la vez anterior entra, esta vez con menos decisión, en la comisaría y tras identificarse con el policía de la puerta y de que este le de la tarjeta identificativa de visitante se dirige directamente hasta el despacho de Lucas sin preguntarle a nadie y sin que nadie se percate de su presencia allí. Por un momento, frente a la puerta del despacho, se plantea la posibilidad de marcharse de ahí antes de que Lucas la vea. Pero no puede hacerlo, no puede permitir que esa fiesta se celebre, y sin poder evitarlo se siente acorralada ante los acontecimientos. No le queda de otra, necesita la ayuda de Lucas para salir, ambos, de ese atolladero y se lo repite mentalmente, infundiéndose valor, mientras toca a la puerta y desde dentro, una voz femenina, le indica que pase.


Sa: Hola, buscaba a Lucas, al inspector Fer… - se interrumpe flipando ante la mujer que con toda la familiaridad del mundo esta sentada a la mesa que preside el despacho- …Carrasco.
Co: Pues únete al club…. Yo llevo ya una hora esperando por el!!!! 
Sa: Volveré en otro momento… -esta completamente sorprendida, jamás imagino que la novia de Lucas fuese Cocó Luisan.
Co: No… pasa… estoy segura que no ya no debe tardar mucho mas…-se acerca y le ofrece su mano en señal de saludo- trabajas aquí?
Sa: No yo… soy... una… amiga.
Co: Yo soy Coco… 
Sa: Si lo se…. -Y tanto que lo sabe, ha visto miles de fotos de ella en las mejores revistas de moda, es una de las modelos mas cotizada del momento- Yo…
Lu: Cocó, ya podemos… - habla mientras va entrado al despacho y da un respingo al verla ahí, lleva dos putos meses vigilando, cada día, desde su coche, su llegada a casa para después poder dormir soñando con ella cuando sabe que ha dormido sola, o torturándose brutalmente, cuando la ve acompañada de Aitor- Sara… que estas haciendo aquí?
Co: Sara? –mira a Lucas y a Sara alternativamente.
Lu: -intenta reponerse a la impresión de tenerla a tan solo medio metro- Coco, ella es Sara… la “novia” de mi hermano.
Co: Ahhh, Sara encantada de conocerte, -se siente incomoda y huye del despacho- Lucas te espero abajo, ok
Lu: Vale. Enseguida bajo… - le da la espalda y se apoya en la mesa mirandola fijamente- que haces aquí cuñadita….. A que debo el honor de tu visita?
Sa: No me llames así!
Lu: Como? Cuñadita?… prefieres que pregunte… a que ha venido mi mujercita a verme? -usa esa palabra maliciosamente, durante el poco tiempo que vivieron juntos, siempre, al llegar a casa del trabajo, le hacia esa pregunta, que ha hecho hoy mi mujercita, mientras Sara se colgaba de su cuello para besarlo.
Sa: Pues… -acusa el golpe celosa- podrías preguntarmelo, pero no puedo darte esa información… se ha ido tan aprisa que no he tenido tiempo de preguntárselo…
Lu: Estas celosa?
Sa: Mas quisieras!!!! Por mi te puedes acostar con todas las tías de Madrid, hasta con las que no son de tu tipo.
Lu: Crees que Cocó no es mi tipo? -sonríe burlón sabiendo que ella esta sintiendo lo mismo que el al imaginarla con Aitor.
Sa: Lo es?
Lu: Por supuesto… Toda una mujer… alta, guapa, inteligente, modelo… además, hace mucho que me canse de las niñitas caprichosas.
Sa: Mejor para ti, en realidad no me importa lo que hagas…
Lu: Entonces me das tu consentimiento para serte infiel? 
Sa: Eres…
Lu: Joder!!! Ya quisieran todos los tíos tener una mujercita tan comprensiva como tu? 
Sa: No soy tu mujer así que no me llames así!
Lu: No puedo llamarte mujercita… no puedo llamarte cuñadita…. Como coño quieres que te llame?
Sa: Que tal Sara? O en estos tres años aparte de mi dirección también olvidaste mi nombre?
Lu: Te lo dije la ultima vez que nos vimos, mientras hacíamos el amor… no he olvidado nada de ti, -recalca cada silaba- Sara
Sa: Eres un jilipoyas!!! 
Lu: Ya lo se!!!!!!… cometí una jilipoyes casándome contigo así que si… soy un jilipoyas!
Sa: Cometiste un error? -le duelen sus palabras- pues remedialo…. Te estoy dando la oportunidad, dame el divorcio y quédate con tu modelito!!!!
Lu: A eso has venido…. A pedirme otra vez el divorcio… no te lo voy a dar Sara… nunca!!!!
Sa: Pero por que no? Tú me odias y yo te odio a ti!!!!
Lu: Pues por eso mismo…. No voy a dejar que te cases y seas feliz… y mucho menos con mi hermano.. Eres mía, -lentamente se acerca y le acaricia la mejilla dulcemente con el dorso de la mano- y vas a seguir siéndolo princesa, te guste o no.
Sa: Lucas… -tiembla ante su contacto- por favor… no he venido a discutir contigo
Lu: Perfecto…. Entonces a que has venido si puede saberse….
Sa: Por que tenemos un problema...
Lu: Bueno, dado que eres mi mujer y la novia de mi hermano al mismo tiempo... Sin temor a equivocarme yo diría que tenemos un problema, no Sara?
Sa: -decide ignorarlo y decir lo que ha venido a decir- Aitor os va a prepara una fiesta sorpresa a tu padre y a ti y… 
Lu: Que? Joder… y por que coño me lo cuentas? -cínico- Me encantan las sorpresas!
Sa: Ah si… pues seguro que las vas a tener…. Aitor quiere celebrar por todo lo alto el cumpleaños de tu padre y quiere invitar a los míos… -se pasea nerviosa por el despacho- que vamos a hacer?
Lu: Que vamos a hacer? -se encoge de hombros- Vamos a disfrutar de la fiesta, que más?
Sa: Lucas, no me has escuchado…. -mas cabreada por momentos- quiere invitar a mis padres para que os conozcáis y…
Lu: Y…?
Sa: Y…? Y…? eres imbecil? Te imaginas como va a reaccionar mi padre cuando te vea? Y mi abuelo? Le puede dar otro infarto!!!!
Lu: Por tu abuelo no te preocupes…. Ya me ha visto.
Sa: Ya te ha visto? Mi abuelo te ha visto? -totalmente incrédula- De que estas hablando?
Lu: Fui a verlo al hospital cuando le dio el infarto. Le conté todo lo que había pasado, omitiendo que nos habíamos visto y mi parentesco con tu novio, obviamente, y…
Sa: Eso no es cierto…. Mi abuelo no me ha dicho nada… 
Lu: Y que esperabas Sara…. Que yo sepa tu abuelo no fue nunca fan de nuestra relación. Creías que te lo iba a contar arriesgándose a que volvieses conmigo? Ni de coña!!!!
Sa: Que te dijo? Te hablo de mi?
Lu: No, no me conto nada que yo no supiese, nada nuevo… primero me insulto, luego me llamo anormal y finalmente me advirtió que no me acercase a ti, me parece que no se alegro mucho de mi visita. -sin poder evitarlo se le quiebra la voz de dolor- Apuesto lo que quieras a que hubiese preferido mil veces que siguiese desaparecido.
Sa: Eso no es cierto… mi abuelo sabe cuanto te quiero!!!
Lu: Que has dicho? –la mira sorprendido, de verdad ella ha dicho lo que le ha parecido oir.
Sa: Que mi abuelo no es así como lo estas describiendo!
Lu: No, has dicho que me quieres Sara. que me quieres Ahora. En presente
Sa: Me he equivocado... Quería decir cuanto te quería, cuanto te quería antes Lucas, cuando todavía eras...
Lu: Todavía Soy… -sin que Sara se lo espere la coge de la mano y apoya la palma abierta en su pecho, justo a la altura de su corazón- ves, todavía sigue latiendo por ti, eres mía por siempre y para siempre Sara..
Sa: Lucas, no me hagas esto, por favor….
Lu: -susurrando- Por siempre y para siempre. 


Durante unos segundos se miran intensamente a los ojos, acariciándose con la mirada, existiendo en ese instante solo ellos en la faz de la tierra. Poco a poco sus respiraciones se van entrecortando a medida que el deseo hace su aparición en escena y sin ser conscientes de ello, Lucas acaricia sus mejillas atrayéndola despacio hacia sus labios a la vez que Sara enreda sus dedos en el cabello de su nuca, que se eriza bajo el suave tacto de sus dedos. Inexplicablemente la tensión y el odio que minutos antes destilaban sus cuerpos se ha convertido en amor y deseo y la magia se ha apoderado de ese despacho en el mismo instante en que sus labios se han fusionado en un beso dulce y mimoso.


A pesar de que ambos arden de deseo, ninguno hace por profundizar en la caricia de sus bocas y se conforman con darse pequeños besos mientras se mordisquean suavemente los labios entreabiertos. Ningunos de los dos quiere que nada rompa ese momento sorprendentemente maravilloso, ni siquiera la pasión de sus cuerpos, pero un toque en la puerta y una voz que ambos conocen a la perfección, los devuelve a la realidad de un plumazo…


Lucas, estas ahí… 

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