Lleva horas dando vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, Aitor esta profundamente dormido a su lado y si no estuviese tan cabreada con Lucas, probablemente le agradecería que lo hubiese emborrachado hasta casi hacerlo perder el sentido.
Esta enfadada, Nó! mas bien se la llevan los demonios… esta sumamente cabreada., con Lucas, con Aitor, con Tomas, con el mundo…Maldita sea!!!!!!
Policía????? Policía????? Quien coño le había metido en la cabeza a Aitor la idea de convertirse en policía? Lucas??? Su padre? Su abuelo? Su suegro y futuro suegro????? Acaso se habían vuelto todos locos? Y no era esa toda la sorpresa que su novio le tenia preparada para esa noche, noooo, que va!!!!! Se iba tres meses a la academia…Tres meses???? Tres meses a la academia de policía… y no el próximo año cuando terminase la universidad, nooooo, a la semana siguiente…Ahora además de querer ser abogado, también quería trabajar en las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y para eso tenia que pasar por la academia…. Estaba claro…. Alguien le había hecho un lavado de cerebro a Aitor y estaba casi segura de quien había sido el artífice de ello. Lucas Fernández, ahora Lucas Carrasco, maldita fuese su estampa!!!!!!
Lucas…Mal nacido, desgraciado…. El lo sabía, sabia que Aitor iba a darle la noticia de la academia esa noche, de ahí su sonrisa traviesa, maliciosa, despectiva… Cobarde!!!!!
Aunque esa sonrisa no le duro mucho, le duro, justamente, hasta que movida por el cabreo, los celos y el despecho había aceptado convertirse en la señora Carrasco justo delante de todos los invitados…Acaso se había vuelto loca ella también?
Por enésima vez coloca la almohada bajo su cabeza poniendo especial atención en no despertar a Aitor. No ocurre muy a menudo pero cuando este bebe, se pone especialmente cariñoso y no puede hacer el amor con su novio teniendo en la mente la mirada acusadora y atormentada de Lucas. No puede, no así, sintiéndose terriblemente desleal e infame.
La mirada de este, en el momento en que ella acepto convertirse en la esposa de Aitor, a pesar de su minuto de triunfo, le remuerde la conciencia sin poder evitarlo, se siente culpable, avergonzada, traidora y al albergar todos esos sentimientos por culpa de Lucas, también enojada e irritada consigo misma.
Estaba decidida a que la petición de mano por parte de Aitor no tuviese lugar. Había hecho todo lo humanamente posible para que esta no se produjese, salvo darle plantón, que igual habría sido lo mas inteligente pero también lo mas cobarde. Y de lo cual Lucas se habría reído hasta la saciedad.
Kira, a la cual había arrastrado hasta allí y de la que no se había separado en ningún momento, con la patética excusa de que esta no conocía a nadie, no le había servido en su propósito de ignorar a Lucas. Y este en vez de socorrerla en lo que era un problema de ambos, mientras ella esquivaba a Aitor, el se dedicaba a coquetear con Cocó, descaradamente, a la vez que con una sonrisa burlona observaba sus estúpidas artimañas. Tretas utilizadas para intentar salir del atolladero en donde los dos estaban metidos y en el cual el se había negado rotundamente a ayudarla.
No se habían visto desde el día en que ella encontró la foto de la boda en su despacho, Lucas no había intentado ponerse en contacto con ella y ella había rehusado volver a pedirle ayuda. Ya había quedado patente la poca disponibilidad de su marido a ayudarla, así que pasara lo que pasara no iba a volver a humillarse ante el nunca más. Si no quería darle el divorcio, ya se las apañaría para casarse por algún rito hindú o jamaicano o algo de eso, si al final no le quedaba otro remedio, no lo había hecho Alejandro Sanz, pues lo mismo.
Los pensamientos sin ningún orden, ni concierto, se le arremolinan en la cabeza. Los ronquidos de Aitor, que nunca antes la habían molestado, la sacan de sus casillas. Si no fuese por que Kira se había marchado con Jimmie, que había venido a buscarla, se habría ido a su casa con ella, o sola, pero no, sucumbió a la petición de Aitor y subió a la suite que este había reservado para la ocasión, sabiendo que en el estado en él que estaba se dormiría enseguida y por fin ella podría descansar. Estúpida ingenua.
Vuelve a colocar la almohada enfadada, es obvio que en el estado de nervios en que se encuentra no va a poder dormir en toda la noche. El corazón le late en las sienes y la sangre le hierve en las venas. No puede seguir acostada ahí sin poder dormir, pero tampoco puede marcharse a casa a esa hora. Tiene que buscar algo que la ayude a calmar la tensión nerviosa que la angustia, algo que no implique matar a nadie, Pero que?
Vuelve a colocar la almohada y de pronto, una interesante idea se le pasa por la cabeza, así que sin hacer ruido se mete en el baño y sale minutos después ataviada con el albornoz blanco del hotel, un pequeño neceser en la mano y zapatillas. Seguro que el agua caliente del jacuzzi la ayuda a calmarse.
El pasillo del hotel está vacío y mientras camina por la mullida moqueta se replantea la idea, desechando enseguida renunciar a ella. Quizás sea una temeridad lo que esta haciendo, pero sin tiempo a arrepentirse coge el ascensor y acciona el botón del ultimo piso.
La azotea esta en penumbras, tan solo iluminada por las luces de la piscina y unos tenues focos alumbrando hacia el ascensor. Es una suerte para ella que esta noche no haga mucho calor. Probablemente de ser así, estaría llena de gente deseosa de seguir la diversión, y estar con gente es lo menos que le apetece en estos momentos. Es inaudito, acaba de comprometerse y debería sentirse feliz y dichosa pero al contrario se siente muy, muy desdichada.
Camina tranquila y silenciosa por el borde de la piscina, sorteando la fila de tumbonas dispuestas a los lados de la misma, sopesando la idea de sumergirse en ella, hasta que llega al jacuzzi, situado a unos metros de esta. Despacio sumerge la mano en el agua caliente anticipándose a la sensación de bienestar. No hace frió pero aun así siente como se le eriza la piel al desprenderse del albornoz y quedarse tan solo con un minúsculo bikini rosa. Lentamente sube los peldaños del jacuzzi y se sumerge en el dejando que el agua templada calme un poco su alterado estado de nervios, se sienta despacio y con sumo cuidado apoya la nuca en el borde de este, cerrando débilmente los ojos, intentando relajarse, sin saber, ni sospechar siquiera que no esta sola y unos ávidos ojos negros la observan deseosos, furiosos y apasionados.
Permanece sentada, quieta, con los ojos cerrados, concentrada en las burbujas y la oscilación del agua alrededor de su cuerpo, y aunque parezca mentira se esta poniendo mas y mas nerviosa por momentos. Donde demonios había leído ella que los jacuzzi relajaban, si el sonido de las burbujas la esta poniendo histérica, mas aun si cabe.
Estirando el pie, aun con los ojos cerrados, desconecta las burbujas, y el silencio, roto ahora tan solo por su respiración, le parece lo más placentero que ha escuchado en años. El agua, apacible ahora, le proporciona a el, que la observa en silencio, oculto en las sombras, una clara visión de su cuerpo bañado por la intensa luz de la luna llena.
Tiene que reconocerse a si mismo que ninguna mujer, ninguna de las tantas que han pasado por su cama le hace sentir lo que ella. Ella es la única que le alborota los sentidos, la única que con tan solo una mirada hace que la desee aun por encima de sus principios, de su honor, de su vida. En definitiva, la única que puede llevarlo al cielo o al infierno… donde ahora mismo se encuentra.
El “si quiero” que le dio a Aitor, esa noche, se le clavan como puñales en el alma. Por segunda vez en su vida con tan solo dos palabras ella lo destroza sin miramientos. Siente, esta noche, al igual que lo sintió esa noche, hace ya tanto tiempo, que la ha perdido. Pareciese que con el “si quiero” a Aitor le hubiese vuelto a decir “Lucas, adiós” mientras salía de su casa y de su vida. Y recordarlo duele, joder como duele.
Sigue mirándola extasiado mientras recuerda una frase que leyó tiempo atrás “Es increíble como alguien puede romper tu corazón, y sin embargo sigues amándole con cada uno de los pedacitos” Por que si de algo esta seguro es de que la ama mas que a su propia vida sin poder hacer nada para remediarlo y sabe que seguirá amándola por el resto de sus días, aunque querría, y ahora mas que nunca, arrancársela del corazón, sacársela de la cabeza, olvidarse de su risa, de su aroma, de su nombre... desterrarla de su vida y seguir subsistiendo como había hecho en los dos últimos años. Sin ser dichoso pero tampoco desgraciado. Imaginándola feliz pero deseando inconcientemente que no lo hubiese olvidado, que también lo siguiese amando.
Irritado se masajea las sienes violentamente, irremediablemente, sus pensamientos lo llevan hasta Aitor y unos celos salvajes, atormentados, furiosos, lo corroen por dentro… noche tras noche, cuando llega el sueño, que no el descanso, miles de imágenes se le atropellan tras los ojos cerrados. Absurdos y malignos sueños de amor, de deseo, de sexo, en los cuales ellos eran los protagonistas, lo despiertan empapado en sudor, gritando su nombre en la desesperación de la noche.
Quizás como dijo ella, su relación ahora es enfermiza y por el bien de los tres, o mas bien de los dos, no puede olvidar que Aitor es su hermano y una victima inocente de los juegos del destino, lo mejor seria dejarla ir, darle el divorcio y olvidar que alguna vez fueron todo el uno para el otro, que alguna vez se prometieron amarse por y para siempre. Si seguramente eso será lo mejor, y debe hacerlo aunque se le vaya la vida en ello.
Intenta irse sin que ella note su presencia, pero no puede hacerlo sin mirarla una última vez, cuando despacio una lágrima deslizándose por su mejilla resplandece brillante a la luz de la luna. Aun permanece con los ojos cerrados pero es obvio que esta llorando…
Lu: Son esas las lagrimas de felicidad de la futura señora Carrasco? - No quiere herirla pero el despecho es mas fuerte que el.
Sa: -Da un brinco sobresaltada, que demonios hace Lucas ahí y cuando llego- Que quieres Lucas? -se seca las lagrimas con el dorso de la mano- No estoy de humor para tus jueguecitos así que déjame en paz!!!!
Lu: Uyyyy, esta de mal humor mi cuñadita!!! -se va acercando lentamente- No te divertiste en la fiesta? No te gustaron tus regalos?
Sa: Vete a la mierda, quieres!!!!!
Lu: Y digo yo cuñadita, no deberías estar celebrando tu compromiso- con presteza mete la mano en el agua y agarra la suya para mostrarle el anillo que luce en el dedo- con el afortunado?
Sa: Y quien te dice a ti que ya no celebre? -se suelta la mano bruscamente- acaso quieres que te haga un reporte?
Lu: No gracias, nunca fuiste buena mentirosa!!! Y no me interesan las hazañas sexuales de mi hermanito… cuñadita!
Sa: Y tu, no deberías estar con tu modelito? Por lo que recuerdo eras insaciable! -se arrepiente de sus palabras en el mismo instante de pronunciarlas.
Lu: Y recuerdas muy a menudo Sara? Comparas cual de los dos te hace sentir mas placer, con cual de los dos tienes los orgasmos mas intensos, cual de los dos te fo…
Sa: Maldito, cabrón, hijo de puta, -se pone de pie indignada y sale del jacuzzi, dejándolo a el sin respiración, al ver las diminutas gotas de agua resbalando por su cuerpo semidesnudo - no tengo por que escuchar como me insultas… tu me dejaste Lucas, te fuiste, -le espeta golpeándolo con las manos en el pecho titiritando de rabia y de frio- te olvidaste de mi, te…
Lu: -le agarra las manos- Yo nunca te olvide Sara, Lo recuerdo todo y tu me persigues de dia y de noche… llevo tres años soñando contigo, Sara, sabes lo que es soñar cada maldita noche con tu cuerpo, con tus ojos, con tu boca - le acaricia los labios con los dedos apasionadamente y se acerca a ella hasta que sus rostros quedan pegados y entre sus labios apenas queda espacio, él respira profundamente su aroma y ella por un momento, embriagada por el olor de él, tiene que cerrar los ojos mareada.
Ambos saben que ya no hay marcha atrás y cuando sus bocas se encuentran nada que no sean ellos importa ya. El beso es rudo, feroz, ambos están dolidos, enfadados… Estos besos no les pertenecen a ninguno de los dos, son besos robados. Besos que pertenecen a otras bocas. Y Lucas con codicia, quiere robarle otro beso, y otro mas y otro… demostrarle que nadie puede besarla como el, que con nadie va a sentir nunca lo que con el... un hombre que la desea mas que a nada en el mundo, un hombre que sabe que ella es su otra mitad.
Jadeante separa su boca de la de ella esperando su reacción. Las manos de Sara se enlazan alrededor de su cuello acariciando su nuca y buscando su boca para devorarse el uno al otro sin ver, con los ojos cegados de placer, de lujuria, mientras que las manos de el acarician, anhelantes, su cuerpo desnudo, dejando regueros de fuego sobre su piel… ávidas vuelan por su espalda, acarician su cuello y bajan hasta sus pechos, abarcándolos con sus manos, provocando una vertiginosa reacción de su cuerpo mientras feroces escalofríos la recorren entera de arriba abajo haciendo que el beso y el deseo de Lucas se intensifiquen mas y mas y mas… excitada mete las manos bajo su camiseta y recorre con los dedos su abdomen y sus pectorales. Su lengua se pasea húmeda por su cuello y el lóbulo de su oreja devorándolo con verdadero frenesí, intentando perpetuar en su boca el exquisito sabor de su piel.
Ni un solo pensamiento racional tiene cabida en ese instante, tan solo las ganas de amarse hasta perder el sentido y quizás, volverse locos, importa. Y en ello ocupan cada fibra de sus cuerpos, cada neurona de sus cerebros, cada latido de sus corazones.
Siguen devorándose, chupándose, lamiéndose, amándose, que la camiseta de Lucas cae al suelo junto el bikini de ella. La visión de sus pechos desnudos los trastorna y a pesar de no ser la primera vez que ambos se admiran, eso no disminuye ni un ápice el grado de excitación y deseo. La pasión es tal que las piernas dejan de sostenerlos, tanto es el deseo que apenas pueden mantenerse en pie así que, arrebatados, caen sobre una tumbona cercana.
Lucas comienza a besar voraz, hambriento, los pechos de ella mientras ella gime, extasiada, intensamente de placer, mientras busca en su pantalón, el objeto de su masculinidad enloqueciéndolo con sus caricias hasta hacerlo perder el sentido, arrancándole un gemido profundo…….
No pueden esperar más, todo su ser vibra intensamente de deseo, y sin más preámbulos, entra en ella plenamente, llenándola toda… Lucas se mueve acoplándola a él con profundidad, en un ir y venir cada vez más intenso, mas urgente…. que los enloquece… que los desatina….
Ella llega antes al éxtasis, gritando su nombre, gimiendo y suplicando más. Un orgasmo que Lucas acoge quieto, jadeante, orgulloso, disfrutando plenamente de la sensación de verla gozar de placer... e inmediatamente retoma los movimientos que lo llevan a el, también, a la sublimación de los sentidos, mientras susurra su nombre enfebrecido…. Sara…. Sara…. Sara….
Permanecen abrazados cada uno sumido en sus propios pensamientos mientras se van normalizando sus respiraciones. Las emociones vividas son tan intensas que Sara no puede evitar que las lágrimas desborden sus ojos y resbalen por sus mejillas de forma casi convulsiva. Llora de pena, de vergüenza, de rabia, de odio… llora por lo que pudo haber sido y no fue, por el futuro, por el pasado, por la crueldad del destino… llora por Aitor, por Lucas y por ella misma… llora por que sabe que jamás va a querer a nadie como lo quiere a el y llora por que nunca van a poder perdonarse el daño que se han hecho…
Pero Lucas no sabe por que llora y lentamente recoge el albornoz del suelo y se lo entrega sin mirarla siquiera… se termina de vestir abatido, se sienta a su lado y la coge del mentón mientras le limpia una lagrima con el pulgar….
Lu: No llores por favor, no soporto verte llorar -ella se muerde los labios intentado evitar el llanto- Lo siento Sara, siento haberme portado como una cabrón… Siento el daño que te he hecho… No llores por favor… te prometo que a partir de hoy no te voy a molestar, no vas a volver a verme… Y voy a firmar los papeles del divorcio… Lo que había entre nosotros se acabo hace mucho y yo no quiero joderte la vida otra vez… -Ella no puede dejar de llorar y el se levanta apesumbrado- Lo siento.
Ve alejarse, mientras llora, abrazada a sus piernas como cuando era una niña, al amor de su vida, al príncipe azul de sus sueños oyendo como su alma se resquebraja en su pecho y las gotas de lluvia mojan su cara.
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