Se arrepiente de negarla al momento de pronunciar las palabras, pero al ver como Sara se seca una lágrima que furtiva ha escapado de sus ojos, se siente el ser más despreciable de la tierra. No soporta verla llorar y mucho menos por su culpa. Hasta hace un rato podría haber jurado que ella jamás volvería a sufrir por su culpa. Es mas, habría jurado sobre la Biblia que nunca iban a coincidir, y ahora están ahí los dos; Fingiendo ambos no conocerse. Fingiendo tener en común tan solo un novio, como le duele esa palabra, y un hermano. Sara lo mira dolida con el corazón a punto de estallarle de rabia y coraje. Su padre le había enseñado la carta tras ella mucho insistir para lo que lo hiciese. Cada una de sus palabras se le habían clavado como dagas candentes en su corazón. Creyó morir de dolor en ese tiempo, Lucas no estaba, se había ido y para siempre. Ya no volvería a abrazarla, ya no lo tendría a 17 pasos de su cama, ya no cabía la posibilidad de que viviesen juntos como ambos habían elegido y para ella la vida ya no tenia sentido.
To: Policía entonces…? Lucas me acompañas un momento a la cocina…. Juanita se esta demorando con la cena. -Lucas se levanta sin ganas- Hijo, nos disculpáis por favor?
Ai: Si, claro!!!! Sara de verdad te encuentras bien? -La mira antes de salir tras su padre y ve como Aitor la coge dulcemente por las mejillas- Sigues estando pálida!
Sa: Estoy bien…. solo un poco cansada. Estos exámenes me están matando!
Ai: Te exiges mucho cariño…. No puedes seguir mucho tiempo mas con este ritmo. Deberías dejar el bar!
Sa: Aitor ya lo hemos hablado!! No voy a dejar los Cachis, Kira y mama me necesitan. Total por trabajar allí un par de horas no me voy a morir!
Ai: Pero lo dejaras cuando nos casemos… espero!
Sa: Cuando nos casemos? -asustada ante tal posibilidad- todavía falta mucho para eso, además soy alérgica al matrimonio… ya te lo dije!
Ai: Pero si llegamos a casarnos… lo dejaras verdad?
Sa: Y por que habría de hacer eso? -la exaspera que Aitor intente imponérsele- Me gusta estar en el bar!!!
Ai: No te digo que no puedas ir de vez en cuando pero cuando seas mi esposa no podrás trabajar ahí!! Estas de acuerdo?
Sa: -sabiendo que quizás eso nunca pase- Ya veremos Aitor, ya veremos!
Al mismo tiempo en otro lugar de la casa, Lucas intenta calmar a su padre. Atónito ante lo que su hijo le esta confirmando.
Lu: Es Sara Miranda… la hija de Paco y Lola.
To: Estas seguro? Lucas igual no….
Lu: Me estas vacilando? Por supuesto que estoy seguro!!!!!
To: Te lo dije hijo…. Venirnos a Madrid no era buena idea.
Lu: Papa, vamos a salir de esta…. Sara no va a decir nada
To: Como lo sabes?
Lu: La conozco….
To: Cuanto la conoces? Han pasado tres años, la gente cambia!!!!
Lu: La conozco como a mi mismo. Ella es mi… -Tomas lo mira atento- olvídalo! De querer decirlo lo habría hecho hace un momento y me negó, o no lo viste? Negó conocerme!!!
To: Pero si le dice a Paco o…
Lu: Hablare con ella… no va a decirlo!
To: Y en la boda? Como nos las vamos a apañar?
Lu: Que boda? De que coño hablas?
To: De que voy a hablar Lucas? de la boda de tu hermano… de que mas?
No le contesta a su padre, se queda demasiado sorprendido para hacerlo. Boda? Nadie le había hablado de boda; Cuanto tiempo llevaban juntos como para pensar en una maldita boda? Acaso se había vuelto loca Sara? Que coño le podía haber visto su niña a Aitor? Confundido se mesa el cabello con la manos. Una cosa es que Sara fuese la novia de su hermano y otro muy diferente que fuese su esposa. Ella jamás seria su esposa, ni la de Aitor, ni la de nadie… eso es algo que esta en su mano y por encima de su cadáver. Tomás mira en silencio cada una de las emociones que se reflejan en su rostro. Recuerda cuando su hijo se unió a el en Cartagena que este era poco mas que un despojo humano, que lo oía sollozar de noche cuando ya estaba acostado en su habitación, y ahora cree entender la razón. Sara Miranda era la razón de su angustia, de su desazón e incluso de su vuelta a Madrid.
No hacen falta palabras entre ellos, Tomás abraza a su hijo confirmando lo que ya sabe, aun sin conocer los detalles. Lucas se agarra el como a un clavo ardiendo. Necesita de toda su fuerza de voluntad para no salir a la terraza recriminarle a ella su desfachatez y su farsa, esta seguro que al igual que el no ha podido, Sara tampoco lo ha olvidado. Le guste a ella o no… están unidos en cuerpo y alma.
Al momento llego Juanita y los llama a la mesa. Tras servir la cena todos, por diferentes motivos, cenan en silencio. Aitor, enfadado por el interés de Sara en permanecer en los Cachis; Tomas concentrado en apaciguar los ánimos, llegado el caso, es el que lleva el peso de la escasa conversación; Lucas sin saber que decir y sin querer hablar tan solo la mira con disimulo y ella hace lo propio sin poder evitar recordar, con dolor, como se había sentido cuando el se marcho, de noche como un fugitivo, cuando desapareció de su vida odiándola, despreciándola; Recuerda que tardo mucho en recuperarse hasta que por fin creyó olvidarlo, casi un año en el que no había podido dejar de pensar, ni un solo minuto en el. Estuvo meses sin salir de casa, no dormía, no comía, solo lloraba. Sus padres la ayudaron pero en definitiva; la llegada de Kira, fue un bálsamo para su corazón herido. Su amiga, que por fin cumplió los 18 años, le traspaso sus ganas de vivir, su alegría, su fuerza, y ella que tan necesitada estaba de todas esas cosas, se asió a esa vitalidad como a un clavo ardiendo. Gracias a ella pudo volver a sonreír. Y ahora eran como hermanas. Le había costado sangre, sudor y lágrimas; pero finalmente lo había conseguido. Por lo menos hasta que creyó verlo, o lo vio, ahora juraría que lo vio, en el centro de Madrid; Y en aquel momento casi se volvió loca.
Suspira resignada. Se acabo, lo que hubo entre ellos se acabo y tiene que convencerse de ello. Lo que todavía los une no tiene valides en su corazón. Lucas la dejo hecha una mierda. Le guste o no es la única persona que tiene el poder de destruirla y de hacer que ella se autodestruya. Ahora ya no queda nada de ellos dos. Ahora tiene a Aitor, el es bueno, dulce y encantador con ella. La quiere y ella lo quiere. Su familia, su padre lo adora. Que más le podía pedir a la vida?. Pasión, ilusión, deseo, amor… no, eso ya lo había tenido y no le había servido de nada. Fingiría que no conocía al hermano de su novio, fingiría soportarlo cuando se tuviesen que encontrar, cosa que esperaba no fuese muy a menudo. Lucas no la aguantaba, había dejado patente en su carta que la odiaba y ella lo odiaba por todo el daño que le había hecho. Ahora había renegado de ella y de toda su gente y Aitor lo había mantenido oculto durante casi dos años. Tampoco se podía decir que se llevasen muy bien, no?
Terminando de cenar, se han demorado más de la cuenta, suena el timbre y son los amigos de Aitor. Viernes por la noche toca marcha en unos de los sitios Vips de Madrid pero ella no esta por la labor. Aparte de que tiene los nervios de punta, como le dijo a su novio antes, al día siguiente tiene que levantarse para trabajar en el bar junto a Kira. Todos los sábados Lola cogia el día libre y lo pasaba con Paco. A sus “hijas” les había costado horrores convencerla de ellos pero al final había claudicado y les había hecho caso.
Marcos, Iván, Carlota, Victoria y Carolina entran por la puerta de la terraza ataviados con sus mejores galas. A ellos nos les cae especialmente bien la novia de su amigo y el sentimiento es reciproco. Sara no puede entender como se puede ser tan ofensivamente despreocupado, ni como pueden estar todo el día de punto en blanco. De todos ellos le cae principalmente mal Carlota. Fue novia de Aitor durante muchos años en el internado y es especialmente maliciosa con ella.
Car: Buenas noches!!!! -se acerca a el seductoramente- Hola Lucas!
Lu: Hola Carlota…. Que pasa chicos!
Caro: Todavía estáis cenando? A que hora vamos a salir?
Ai: Ya habéis llegado? Cada vez salimos más temprano!!!!
Iv: Venga tío…. Son las once ya!!!!
Car. Lucas te vienes con nosotros? -se sienta en su regazo y lo abraza por el cuello- Anímate, que ando sin pareja y me aburro.
Lu: Carlota seria un placer, ya lo sabes, pero yo curro mañana.
Mar: -la mira de arriba a bajo y espera que le diga que no los acompaña- y tu Sara…. No vienes?
Sa: No…. Tengo que trabajar mañana…. También!
Car: De verdad chica, eres tan aburrida… parece que tengas 50 años.
Sa: Ya vez! Algunas no vivimos del dinero de papa.
Car: Entonces tengo a tu “novio” toda la noche para mí?
Sa: Eso parece!!!
Vic: Venga Carlota no te pases!!!! Sara vente una rato… te marchas pronto!!!!
Sa: No, no puedo… en serio. Tengo que abrir el bar a las ocho.
Car: La triste vida de las camareras!!!! En fin… el misterioso sentimiento del amor.
Ai: Carlota, Sara el año que viene cuando termine la carrera será una trabajadora social. -la defiende pero esta irritado con la situación y con ella- Llegaras tu a tanto?
Mar: Seguro que no… Carlota a los mas que va a llegar es a mujer de millonario.
Car: Y te parece poco…? Prefiero no ser nada que ser camarera…. Me aburro! nos vamos o que?
Ai: Vamos cariño, te llevo a casa antes
Sa: No, llamo a un taxi, no te preocupes!! Hablamos mañana!
Lu: Yo puedo alcanzarla, si quieres!
Car: Pero Lucas… de verdad me vas a dejar solita esta noche?
Sa: No! No hace falta…. No quiero molestarte, gracias.
Lu: No es ninguna moles…
To: Hijo…. Sara prefiere coger un taxi y ya…. Si no quiere incomodar a su novio, mucho menos a ti. No crees?
Lu: Pero es peligroso andar, a estas horas, sola por ahí!!!!!
Ai: Mi hermano mayor siempre de caballero andante!!!! No te preocupes Lucas que Sara sabe cuidarse sola. Verdad cariño?
Sa: Tengo una familia de policías… tú que crees?
Ai: Te vas a tu apartamento a o casa de tus padres?
Sa: A casa de mis padres… ahora lo llamo para que me espere en la calle!!!
Ai: Lo ves Lucas.. Esta todo controlado!!!!
Lu: Es tu novia “hermanito” tú sabrás!!!! Adiós papa, te llamo. Chicos que os divirtáis!!!!
Se monta en el coche colérico. Por un momento piensa seguirla hasta San Antonio pero desecha la idea a causa del cabreo que lleva. Le importa una mierda si le pasa algo. Si a su “novio” no le preocupa mucho menos le tiene que preocupar a el. Maldita sea, cada vez que piensa en Aitor como su novio se siente traicionado y herido. Su hermano se ha tragado que ella va a llamar a Paco para que la espere en la calle. Es que no la conoce nada como para saber que ni de coña era haría eso. Golpea el volante con las manos a la vez que pisa el acelerador. Esta deseando llegar a su casa y poder descargar toda su furia contra el saco de boxeo que cuelga del techo del salón. Los celos lo ciegan por momentos. Sara, su niña, novia de su hermano. Su mujer, ahora de Aitor… lágrimas de impotencia acuden a sus ojos. Tiene que alejarse de ellos; verlos juntos una vez mas es más de lo que nunca podría soportar.
Los días pasan y cada día esta de peor humor. Como cada noche llega su apartamento abatido. Ha trabajado hasta la extenuación como en los últimos diez días. Lleva todo ese tiempo sin aparecerse por casa de su padre, temeroso de encontrárselos. En su casa solo la soledad lo acompaña, una soledad que lo atormenta aun más después de haberla visto, después de saber que su corazón pertenece a su hermano. Maldita sea!!!!! A su propio hermano.
Como cada noche, después de la cena que le volvió la vida al revés, se sirve un wisky, que solo será el primero de la noche; tan solo atontado por el alcohol, logra dormir unas horas sin que su recuerdo y el recuerdo de verla e imaginarla en los brazos de Aitor lo castiguen.
Un wisky da paso a otro y a otro mas, a veces cuando ya esta suficientemente aturdido cree volverse loco de rabia, de celos, de amor y grita su nombre para que el viento le lleve su grito desesperado a ella y se asoma al balcón para que la luna se apiade de su sufrimiento y la busque en San Antonio mientras el mismo busca en esa misma luna, la luna que ha inspirado a tantos hombres, a tantos poetas, a tantos amantes, el reflejo de Sara, de su princesa, de ella...
Busca en la luna tan solo una imagen de su rostro, de sus manos, de su cabello, un recuerdo de sus besos, de sus caricias, de su cuerpo suyo, solo suyo; Y la maldice, a veces en silencio, a veces a agritos desgarrados, a ella. La maldice por haberlo olvidado, por colarse en sus sueños para atormentarlo. Por dejar que otro disfrute lo que es suyo. Su vida, su alma, su cuerpo. La odia y la ama con la misma intensidad, como un loco, como un poseso.
Y También como cada noche abre el cajón del escritorio y saca el documento que acredita que ella es su esposa, su mujer, mientras juega con la alianza que lleva colgada en una cadenita al cuello y murmura completamente roto de dolor, completamente desesperado, abatido, resentido, eres mía Sara, solo mía, eres mi esposa, quieras o no, eres mía, mía, mía...
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